Capitulo 13-Te enseño a aterrizar

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El aire. ¿A dónde había ido cuando más lo necesitaba? Por un momento creyó quedarse vacía de emociones, para luego sentir que todas arrasaban de una sola vez en cada parte de su ser, haciéndole pensar que nada volvería a ser igual.

La estaba abrazando y por un momento pensó que se había vuelto ciega de los brazos. CIEGA DE LOS BRAZOS. DiosZeusMerlín. ¿En qué demonios estaba pensando? Obviamente no lo hacía y cuando algo pareció hacerle 'clic' en algún lugar de su mente, se dio cuenta que estaba abrazándola también, con una infinita ternura, con todo lo que la amaba. Deseaba estar con ella así por siempre. Nunca le alcanzaría el tiempo, ni la vida para sostenerla de aquella manera.

Rosé lloraba y un nudo en el pecho y en la garganta se le hizo a Lisa. ¿Se suponía que aquella felicidad momentánea que sintió al ser abrazada por ella, se iría tan rápidamente?

-No puedo seguir...no puedo...

-Rosé... ¿Qué sucede?...Roseanne...

Enseguida Roseanne se apartó y se limpió las lágrimas. Odiaba que la vieran vulnerable, sentirse frágil, que la vieran llorar.

-Lo siento, no debí...si te incomodé, perdóname, yo...

-No. No me incomodas de ninguna forma-admitió Lisa -¿Quieres salir un momento al jardín? Por si necesitas tomar aire y calmarte...

Rosé asintió y abrió la puerta, dejando salir a Lisa primero para luego pasar ella y acercarse a un banquito cerca de un árbol. Se sentó y cubrió su rostro con las manos.

Lisa se acercó también y se sentó a su lado, tenía miedo de tocarla, pero cuando ya lo iba a hacer, la rubia levantó el rostro y se quedó mirando hacia el frente.

-Lamento que hayas tenido que verme así. No me gusta que me vean llorar-masculló, intentando calmarse.

-¿Por qué?-preguntó Lisa.

-Necesito ser fuerte por mis hermanos. Si me vieran así...Mis padres querrían que yo...

-...fueras feliz-interrumpió Lisa-Ser fuerte no es sinónimo de no llorar y no sentir.

-A veces siento que todo se me viene encima. Que no podré seguir manteniendo a mis hermanos...pero cuando pienso en mis padres...-se detuvo un instante y miró fijamente a Lisa -...es como una nueva razón para continuar.

Una nueva lágrima corrió por la mejilla de Rosé , y sin poder controlarse, Lisa alzó la mano y con el pulgar se la limpió. Luego se fijó en el golpe en la frente de la contraria y con la punta de los dedos, la tocó con mucho cuidado, mientras la observaba detenidamente.

-¿Qué te hiciste ahí?-preguntó Lisa en un susurro, aun tocando su frente.

-Me...caí d-de la cama...y me golpeé con la mesa.

Lisa seguía acariciando, como si así lograra curar sus heridas. En un segundo, la mano de Rosé la detuvo, deteniendo cada suave roce de sus dedos con su piel y la miró fijamente a los ojos. Sin poder apartar la mirada, acarició la mejilla de Lisa muy lentamente y sin saber en qué momento, su mirada descendió a sus labios. Casi pudo sentir como se quedaba sin aire y por eso apartó la mano rápidamente, como si se hubiera quemado.

-Lo siento...

Un minuto y al siguiente ya se había ido, la vio caminar apresurada hacia dentro de la casa y entrar. Soltó el aire, que no sabía en qué momento había comenzado a sostener y se quedó ahí, con una sonrisa estúpida en su rostro.

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-¡Rosé ! Ya te iba a buscar. Pensé que te había tragado el buzón-dijo Jongin, viéndola entrar al despacho.

LO QUE ME GUSTA DE TI //  Chaelisa -pausada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora