Capítulo 60- En las sombras

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Odiaba no tener el control de la situación. El miedo que sentía por no saber qué pasaba, se incrementaba a cada instante y eso le hacía sentir que estaba en el ojo del huracán.  

De pronto todo el lugar se había llenado de agentes del FBI y un ingeniero informático estaba sacando toda la información posible de la web que Donghae había enviado por correo a Rosé. Mangjeol había dicho que era para recabar las suficientes pruebas de chantaje o extorsión e intimidación, las cuales sería necesarias para el juicio.  

No le importaba en lo absoluto ningún juicio, no le interesaba. Sólo quería que avisaran que ya habían encontrado el sitio donde se encontraba ahora Rosé y Jennie. Quería saber que estaban bien y que saldrían con vida. Si les pasaba algo, moriría.  

Había querido irse de inmediato y apenas lo supo, tomar un vuelo privado a Daegu e ir a buscarlas ella misma, pero Jongin la había detenido, alegando que debían actuar con prudencia, porque las vidas de Rosé y Jennie estaban en juego y si pisaban mal...Ni quería pensarlo.  

En ese instante odiaba a Rosé, la odiaba por ser tan cabeza dura y querer hacer todo por sí misma. Ahora entendía por qué la había besado de esa forma que le había parecido una despedida. Se estaba despidiendo y eso le torturaba demasiado. 

-Lis...por favor, cálmate, deja de dar vueltas y siéntate-pidió Jong, por enésima vez en esa noche. 

-No puedo. ¡¿Por qué no las encuentran?! ¡No creo que sea tan difícil!-gritó Lisa, con ganas de llorar. 

-Están haciendo todo lo posible... 

-¡Y lo imposible! 

-Vale, también, pero escucha... ¡Escúchameeee, por favor!-exigió Jongin, tomándola por el rostro para que volteara-¡Ellas van a estar bien! ¡Tienes que tener paciencia!  

Lisa rió amargamente, como si fuera una especie de broma pesada. 

-Eso es lo que menos tengo-siseó, con rabia.  

Jongin se apartó y se levantó después de estar arrodillado enfrente de ella. Se sentó a su lado y paseó la mirada por toda la oficina de Rosé. Las personas entraban y salían una y otra vez, Mangjeol hablaba con uno de los agentes en voz baja y muy seriamente. Él los vio y asintió levemente, a la vez que le dio una palmadita al agente con el que hablaba y se despidieron. Se acercó. 

-Están en camino... 

-¡Hace 1 hora que están en camino!-rugió Lisa, furiosamente-¡¿Cuándo piensa decirme que ya llegaron y las rescataron?! ¡Dígame algo nuevo para variar! 

-Lis, por favor... 

-¡Déjame en paz, Jong! ¡Maldita sea!  

Se levantó para alejarse de Mangjeol y Kai. No soportaba estar entre mediocres, porque así era como consideraba a los del FBI, tardaban demasiado y en un segundo, un milisegundo, todo podía estar mal para Rosé y Jennie.

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No miraba el arma, no la miraba, porque estaba demasiado ocupada en ver a los ojos a Donghae y en pensar cómo iban a salir de ahí.  

Sentía y escuchaba a Jennie moverse incontrolablemente en la silla, pero sin lograr desatarse. Oía sus quejas silenciosas a través de la venda que le tapaba la boca, pensó que podía casi comunicarse con ella mentalmente, porque le parecía que podía escucharla decirle que se alejara, pero que no hiciera ninguna locura. Jennie también le decía que no escuchara lo que Donghae le diría, que no le hiciera caso por nada del mundo, ni siquiera por ella, que no se arriesgara.  

LO QUE ME GUSTA DE TI //  Chaelisa -pausada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora