Capítulo 62- Eres mi religión

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Rosé se llevó las manos a la mejilla y se frotó, sintió que le ardía intensamente pero eso era lo que menos le importaba ahora.

-Rosé... yo... lo siento ¿te lastimé? - Preguntó Lisa, preocupada y arrepintiéndose inmediatamente de lo que había hecho. Intentó acercarse, pero Rosé la miró con incredulidad, dolor y tristeza.

Sin decir ni una palabra, volteó para alejarse de ahí, sintiendo muchas ganas de llorar, pero conteniéndose con todas sus fuerzas. Iba aprisa, pero cuando notó que Lisa la seguía, aceleró el paso. No fue suficiente, porque rápidamente la morena alcanzó la tomándola por el hombro y poniéndose frente a ella.

-rosa...

-No digas ¿Está bien? - interrumpió Rosé, con la voz quebrada-Realmente me lo merezco... es solo que esto...

-Me precipité, sentí mucha rabia cuando te fuiste y no me dijiste, luego me encontré a llegar que intentaste suicidarte y yo...

-Lo siento.

-Al principio no lo quería creer, me dije que seguramente era otra noticia inventada por los periodistas para conseguir mayor audiencia...

-Lo siento.

-No quería pensar que pudiste haberte perdido para siempre... que te irías de mi y con mi corazón

-Lo siento.

-¡¿Oidría dejar de decir lo siento!? - reclamó Lisa, desesperada.

-Lo si... perdóname.

Lisa rió amargamente y se mordió el labio, tratando de retener las lágrimas que seguían cayendo. Miró a Rosé que había bajado la mirada y acercándose a ella, la abrazó con fuerza. Sintiendo como la rubia comenzaba a temblar ya llorar, sin poder detenerse. Los miles de reproches y reclamos que tenía en la mente, se borraron al instante, ya había pasado por mucho y no quería seguir, no quería que Rosé sufriera más.

Se apartó unos centímetros y alzándole el rostro delicadamente, le secó las lágrimas, pero cada vez salían más y más, por lo que sin saber qué más hacer para calmarla, sin pensarlo muy cerca de sus labios temblorosos a los de Rosé y comenzó a acariciarlos en un delicado roce acompañado. Poco a poco, la rubia le fue respondiendo, aferrándose de sus manos que no sabía en qué momento las había tomado y sintiendo como Lisa se acercaba aún más, volviéndose un poquito más loca con cada suave, cuidado, tierno y dulce movimiento de sus labios contra los suyos.

Sólo fueron unos segundos, pero que habían estado horas. Se apartaron y Lisa acarició lentamente la mejilla en la que le había pegado a Rosé.

-Siento mucho haberte dado esa cachetada- susurró, apenada.

-Si, ya no lo hagas- PIdió Rosé con un puchero.

Lisa rió divertida, la tomó por la mano, besándola levemente y entrarón a la clínica.

Apenas llegaron a la sala de espera de nuevo, Kai les salió al paso tomando por sorpresa un rosado para abrazarla. La rubia le correspondió el abrazo y frotó su espalda con cuidado para que él entendiera que todo estaba bien, luego él se separó y se secó una lágrima, a la vez que rió nerviosamente, haciendo que Rosé alzara una ceja sarcásticamente, pero de igual forma sorprendida por esa reacción de su amigo, entonces le sonrió y él volvió a reír,

-Lo siento estoy nervioso...

-Tranquilo, Todo está bienahora.Jennie ya está bien, sólo que Donghae le ha dado un disparo en el hombro...

-¡¿UN DISPARO?! - Gritaron Jong y Lisa al mismo tiempo, Unas prsonas les mandaron a callar.

-Si, pero ha fallado, felizmente, y la bala le ha pasado rozando solamente.explico Rosé-Sangró muy poco pero ya la están tratando y estará bien

LO QUE ME GUSTA DE TI //  Chaelisa -pausada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora