Capitulo 55 - Sigue aguantando

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Despertó sobresaltada y agarrándose la cabeza, se palpó en la frente y en la sien, buscando alguna herida. Sabía que era inexistente, pero aún así fue como un acto reflejo. Aquel sueño le había dejado una angustia en todos lados, miró a su alrededor y vio que se había quedado dormida en su cama, las cortinas estaban cerradas y apenas por un espacio se veía la luz del día.

Se sentó y se tocó el pecho, el corazón le latía como si hubiera estado corriendo en un maratón por 2 horas. Ese sueño había sido el más extraño en toda su vida, porque era de Jaehyun y soñó lo que habría sido probablemente su suicidio. No estaba segura, porque no lo vio hacerlo, pero aún así debía ser eso.

Poco a poco se fue dando cuenta que eso que sintió Jaehyun, segundos antes de su muerte, lo había sentido ella también...la paz que se convirtió en miedo y angustia, todo, porque obviamente y sin lugar a dudas, en ese sueño ella era Jaehyun. Llamaron a la puerta repentinamente y el corazón casi se le sale del susto.

-¡Rosée!... ¿Estás despierta?

La voz de Lisa sonó desde afuera y Rosé se levantó y abrió la puerta de su habitación. La morena la miró atentamente.

-Creo que tardé mucho ¿No?-dijo Lisa, acercándose para abrazarla.

-No...sólo que me quedé dormida y...

-Sí, lo sé. Yo entré hace un rato y estabas rendida. No quise molestarte y sólo te cerré las cortinas-dijo Lisa, aún abrazándola.

-Gracias-susurró Rosé, apartándose y sonriendo levemente

Se hizo un breve silencio y suspirando, la rubia caminó hasta su cama y se sentó un rato. Sintiéndose tremendamente descolocada y fuera de lugar. Lisa cerró la puerta y se acercó, sentándose a su lado.

-¿Pasa algo?-preguntó, tomando su mano.

No quería hablar de su estúpido sueño, por lo que lentamente negó y luego volteó a mirarla.

-No, no pasa nada-murmuró, bajando la mirada.

Lisa sabía que le estaba mintiendo, pero no le importó, con cuidado se levantó y se arrodilló al frente de la rubia, tomando con más fuerza sus manos entre las suyas y luego alzándole el mentón para que la mirara.

-La encontraremos. ¿Puedes creer que será así?... ¿Puedes confiar en mí?-preguntó Lisa, mirándola fijamente.

Rosé sonrió en respuesta y asintió, de igual forma, se inclinó y atrapó los labios de Lisa con los suyos, mientras la tomaba por el cuello para acercarla un poco más. Lisa se alzó y sin apartarse, se acomodó cerca de la rubia y la comenzó a empujar sobre la cama para que se recostara y poder estar encima de ella.

Poco a poco, Lisa comenzó a besar su cuello, delicadamente y despacio, mientras la rubia mantenía los ojos cerrados, intentando olvidar por un solo instante todo. Repentinamente a su mente vinieron los recuerdos de su último sueño y de Jennie, su hermana.

-Detente, Lis, por favor...-suplicó Rosé, con la voz entrecortada.

Lisa se detuvo y apartándose, se colocó a su lado. Rosé se sentó y la miró avergonzada.

-Lo siento, yo ahora no puedo y...-comenzó a farfullar, pero Lisa la cayó con un beso muy corto en los labios y le sonrió con ternura.

-No te preocupes. Te entiendo-susurró-¿Tienes hambre?

-Algo...

-Vamos, entonces.

-Ve tú, yo te alcanzo-dijo Rosé, abriendo la puerta del baño.

LO QUE ME GUSTA DE TI //  Chaelisa -pausada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora