Capitulo 3 - Acabo de ver una cara

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No tuvo tiempo de pensar. Ahora se hallaba corriendo detrás de aquella desconocida, sin saber por qué, pero igual corría como si se le fuera la vida en ello. Las personas venían gritando como locas detrás suyo y sólo podía pensar en "Por la ****, me van a aplastar", cuando de pronto, la desconocida cruzó hacia la derecha y un instante después una mano la haló hacia dentro y la desconocida cerró la puerta. Cuando pudo calmarse, se dio cuenta donde estaba.

-¡Este es el baño de hombres!-gritó Rose, horrorizada, viendo a su alrededor. 

-¡Hey! ¡Haz silencio! ¿Quieres? Podrían darse cuenta que estoy aquí-dijo la chica que la había arrastrado hasta aquel lugar.

En ese momento, la desconocida se bajó la capucha y se quitó los lentes dejando ver un gran círculo negro alrededor de su ojo.

-¡Oh, Por Dios! ¡Seguro que esas personas te descubrieron robándoles y... 

-¡¿Qué?!-gritó la morena, incrédula-Me estás jodiendo, ¿Cierto? 

-¿Por qué habría de hacerlo? Corres de un montón de personas que te persiguen como si quisieran matarte...No quiero saber en qué estás metida, pero es definitivo que no me quedaré aquí esperando a que me metan presa por tu culpa.

Rosé ya iba a salir, cuando vio que la puerta se comenzaba a abrir y un segundo bastó para encontrarse ahora, metida en uno de los cubículos, encima de un retrete con aquella desconocida muy cerca suyo que le tapaba la boca.

Afuera del cubículo se escuchaban los sonidos del agua saliendo del lavamanos y el del secador de manos. Como por maldición, el celular de Rosé comenzó a repicar y cuando ya lo iba a atender, la morena a su lado le arrebató el aparato y le volvió a tapar la boca, mirándola con los ojos muy abiertos en señal de advertencia.

La chica apretó un botón y el aparato se quedó callado, Rosé quiso protestar, pero la otra chica le tapó aún más fuerte la boca.

Luego de unos segundos, escucharon como la persona que había entrado al baño, salía y las dejaba solas de nuevo.  

Rosé se bajó del retrete y salió del cubículo, a la vez que le arrebató de las manos su celular a la chica. Vio la pantalla y soltó un quejido de impaciencia. 

-Tengo que irme-dijo la rubia, abriendo la puerta, pero la morena la detuvo tomándole del brazo y volteándola para mirarla de frente.

En ese momento, mirándola más detenidamente a la rubia, se fijó en el bosque de oscuro que escondían sus ojos, y por un instante pensó que se quedaba sin aire y su corazón latió sin ritmo alguno. No pudo hacer nada más que tragar fuerte y sonreír estúpidamente. 

Rosé por su parte miraba a Lisa como si de pronto hubiera enloquecido. Alzó las cejas, interrogándole con la mirada, pero tal parecía que la morena se había quedado muda.

-Oye, ¿Piensas soltarme y decirme qué te ocurre o qué?-preguntó Rosé ,preocupada por la salud mental de la chica. 

Lisa enrojeció y sonrió avergonzada, soltándola y murmurando un "Disculpa". Se golpeó mentalmente, sintiéndose muy pequeña delante de aquella rubia, de impresionantes ojos chocolate.

-No me dejes-logró decir finalmente Lisa, pero al darse cuenta de cómo había sonado aquello y por la cara de la rubia, supo que había metido la pata-Quiero decir...No puedes irte, si te ven salir del baño de los hombres... 

-Realmente tengo que irme, mi hermano me está buscando y yo a él... 

-¿Juegan a las escondidas?-preguntó Lisa, incrédula. Rosé sólo la miró con cara de "Estás mal".

LO QUE ME GUSTA DE TI //  Chaelisa -pausada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora