Capitulo 4

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FIM

- ¡Buen día! ¿Tenientes? - pregunto la recepcionista de la torre principal.

- Hera y Artemisa Andreato-respondí en shock admirando los lujos del lugar en el que me encontraba, se notaba a leguas que el dinero aquí llovía y sobre todo se notaba que no eran para nada vanidosos.

- ¡Es un placer! Las llevare con el Jefe, deben presentarse con el, después se les presentara con el Sr. Alex- dijo y nos guió a una oficina.

- Gracias- dije y ella asintió retirándose.

- Adelante- dijo la voz tras la puerta luego de tocar esta.

- Permiso- dije adentrándome a la oficina junto a mi hermana, ¡encontrándonos con un hombre extremadamente sexy... Ave María! era musculoso, tenía el cabello negro como la noche y los ojos cafés más hermosos que había visto en mi vida, vestía una franela sin mangas por lo cual pude ver sus definidos brazos y los tatuajes que se encontraban en ellos.

- Bien, ¿cuál es Hera y cual es Artemisa? - pregunto comiéndonos con la mirada a mi hermana y a mi, era una mirada llena de peligro y un toque de lascivia.

- Yo soy Hera y ella es Artemisa- respondí ya que vi que mi hermana no tenía la más mínima intención de hacerlo.

- Bien tenientes, siéntense- dice mirándome. ¿Qué le pasa a este hombre? Tiene mirada de animal.

- Gracias.

- Aquí se encuentran sus placas y sus armas- dijo mirándome a los ojos, Artemisa al darse cuenta hizo un leve movimiento con el pie para hacerme saber que estaba viendo lo mismo que yo, el hombre frente a mi quería ver si tenía puntos débiles.

- Gracias Jefe- dijo Artemisa.

- Jefe- llamé su atención e inmediato se giró hacia mi- quisiera saber las reglas de la organización, como ya sabrá en cada organización las reglas aplicadas son diferentes- dije ya que el piensa que nosotras teníamos experiencia trabajando en organizaciones de este tipo y necesitaba mostrarme segura y tener su confianza.

- Bien, empezare por lo básico, pueden usar la ropa que quieran, ya sea ropa deportiva o no, la ropa no deportiva solo podrán usarla los días en los que no vayan a hacer entrenamiento, de lo contrario deberán obligatoria-mente utilizar ropa deportiva, no son permitidas las muestras de afecto en los corredores, esto es muy parecido a una organización de la milicia y nos comportamos como tal, se debe ser puntal y llegar a tiempo en todo momento de lo contrario habrá consecuencias, tienes habitaciones en caso que deban quedarse aquí por la noche o deseen descansar en su tiempo libre, sus habitaciones son privadas ya que tienen cargos de teniente.

- Muchas gracias, iremos a cambiarnos para comenzar a trabajar- dijo Artemisa.

- No quiero explicaciones, se supone que saben lo que deben hacer.

Después de decir aquello de tal manera, tome a mi hermana del brazo y salimos de ese lugar como alma en pena. Nos dirigimos al auto y fuimos a mi habitación a cambiarnos ya que debíamos ir a entrenar.

- Ese tipo te miraba horrible, me asusto- dijo.

- Lo se, no querías hablar Artemisa, no te puedes quedar así, nunca demuestres miedo o van a sospechar, además no encontró nada en mi y hare que ponga su confianza en mi- dije- y tu deberías hacer lo mismo.

Termine de cambiarme y junto a Artemisa nos dirigimos al gimnasio de combates cuerpo a cuerpo y nos encontramos con muchas personas entrenando.

- ¡Llegaron las nuevas chicas! - grito una chica que al verla reconocí como Chanel. Era hermosa, media casi lo mismo que yo, era delgada, rubia, de ojos azules y una hermosa piel blanca, a diferencia de mi que tenía los ojos y el cabello castaño y un cuerpo con más curvas.

Mafia Australiana (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora