Miedo? Jamas...
- Ok, creo que me encantaría saber que demonios fue eso- dijo Chanel sorprendida.
- Fue lo que viste cariño, fue la muestra de que no le tengo miedo a ese idiota y que si me va a mirar todos los días así como me vio hoy en la organización no las tendrá fáciles conmigo- dije.
- Wow amiga calma- dijo Dakota tras de mi.
- Tienes razón D, lo siento Chanel, necesito una botella de tequila- dije y me dirigí a la barra donde de inmediato me dieron la botella, decidí no prestar atención a lo que la gente pensara y tomé directo de esta.
- ¡Hera! ¡¿Estás buscando que te de un coma etílico?!- cuestiono mi hermana molesta, pero me había tomado tal líquido a la velocidad de la luz que ya la veía doble. Reí con fuerza.
- ¿Y qué? - dije burlona- realmente no me interesa lo que sea de mi.
- Bien, creo que es hora de irnos- dije y Vanesa me apoyo, ella estaba igual que yo, se puede decir que esa chica me agrada, tiene cojones.
- ¡Quiero bailar! - dijo a mi lado, asentí y nos dirigimos a la pista donde todas bailábamos al compás de la música que retumbaba fuertemente por todo el lugar.
Me siento bien, cómoda y extrañamente, me siento en casa, estas chicas saben como hacer sentir cómodas a las personas, es una lástima que Artemisa y yo tengamos que hacer todo para destruir su organización y asi asegurar la vida de nuestros padres y nuestro futuro dentro de la mafia.
Si, en efecto es algo que no suena muy atractivo.
Al pasar unas horas nos dirigimos al apartamento, todas a punto de tener un coma etílico y sin poder hablar, definitivamente el tomar alcohol se nos daba muy bien.
No lo dudes querida...
Cuando llegamos al pent-house ya todo estaba organizado, llevaron a las chicas a las habitaciones de visitas y Artemisa y yo nos fuimos a nuestras habitaciones. A duras penas logre quitarme los tacones en toda esa oscuridad cuando siento que alguien me toma de la cintura y tapa mi boca cuando ve mis intenciones de gritar, o las siente, porque el cuarto esta en plena oscuridad.
Decido quedarme quieta, no quiero que la noche termine en tragedia, debo analizar mis posibilidades... ya se...
No lo hagas...
Cállate maldita consciencia, ¿por qué no apareces cuando necesito que evites que me emborrache?
Giro en un movimiento imprevisto que lo sorprende, pero me mareo al hacerlo, sin embargo, no lo demuestro, hago un estúpido intento de golpear a la persona frente a mi, un intento fallido ya que veo doble y mis golpes son muy débiles, aparte siento que vomitare en cualquier momento.
- ¡Quédate quieta maldición! - dijo exasperada esa voz y me quede en shock.
- ¿Aaron? ...- pregunte sorprendida y el encendió la luz... se veía realmente caliente Daddy Jefe...- ¿que haces aquí? ¿Como entraste? - pregunte confusa arrastrando las palabras.
- Eso no importa...
- Si, si importa, dime cómo demonios entraste en mi casa a esta hora sin mi autorización o la de Artemisa- dije molesta y corrí al baño cuando una arcada se presentó, vomite, vomite todo lo que ingerí en la noche y sentí como una persona tras de mi recogía mi cabello con delicadeza causando que mi piel se pusiera chinita.
- Bien, tu ama de llaves me dejo pasar porque la amenace- dijo tranquilo y mis ojos casi se salen.
- Bien, mañana resolveré ese asunto con los de seguridad- dije bajando la tapa del váter.
- Haz lo que quieras- dijo tajante.
- Ey, no me trates así, te recuerdo que fuiste tu el que vino a mi casa, la que debería estar molesta debería ser yo- dije rodando los ojos con fastidio.
- Si, y no lo estas por la borrachera que te cargas- dijo con furia.
- Ahhhh, ¿y vienes a reclamarme? - cuestione burlona- te recuerdo que no eres nada mío, no eres nadie para mi, así que ten por seguro que no me importa- dije fría.
- No vuelvas a hacer lo de hoy- dijo mirándome con furia.
- ¿O qué? ¿Me vas a pegar? Me emborracho si me da la gana, ya te lo dije, hago lo que quiero, cuando y como quiero- dije encogiéndome de hombros.
- Pues esos días acabaron, estás conmigo, no más borracheras ni caprichos- dijo y quede estupefacta ante sus palabras.
- ¿Disculpa? ¿Yo no estoy contigo? No te conozco, a duras penas se que eres mi jefe y eso es solo dentro de la oficina, así que ve entendiendo que no estoy contigo, ni con nadie, así que amablemente te pido, que te vayas de mi casa y me dejes dormir porque mañana debemos ir a trabajar- dije con una sonrisa más falsa que mis ganas de seguir hablando con el.
- Me iré, pero esto no se quedará así, eres mía chiquita- dijo y salió de mi habitación como alma en pena.
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Mafia Australiana (Completa)
RomanceNacida en la mafia, es la princesa, una mision que cambiara su vida por completo... Amor? Pasion? Mentiras? Deseo?...