- Necesito que hablemos en un lugar privado y en otro idioma si es posible, no quiero que nadie se entere de nada- dice y asiento confundida.
- Kak dela?- pregunto " ¿qué pasa?"
- Shanel' i Liya vstrechalis' nketoroye vremya nazad, i my poteryali peredachu ikh trekerov- dice y siento como mi mundo empieza a caer, presiento la guerra " Chanel y Leah salieron hace rato y perdimos la transmicion de sus rastreadores"
- Kak vy dumayete, chto moglo sluchit'sya?- le pregunto " ¿que crees que pudo pasar?"
- Dumayu, net, oni ikh pokhitili- dice "yo creo no, las secuestraron".
- Bien, déjamelo a mi, averiguare quienes las secuestraron- digo y el asiente saliendo de la habitación en la que estábamos hablando.
Juro que matare a mis padres...
Entiendo que hayan tenido que deshacerse de ellas ya que fueron las únicas que tenían un ángulo perfecto del rostro de Apolo, y para que el pudiera estar aquí en la FIM no podíamos tener cabos sueltos, ahora estoy de los nervios y necesito encontrarlas, buscar la forma de inculpar a una mafia cualquiera menos las aliadas y buscar la forma de desviar la atención.
- ¡Apolo! - lo llamo y el voltea felizmente.
- Diosa grie...- empieza y lo interrumpo con una sonora cachetada- ¿que demonios Hera?
- ¿Por qué? ¿Por qué demonios permitiste que mis padres las secuestraran? Sabes que estamos en medio de una misión importante en Brasil y en este momento lo último que necesitaba era tener que desviar la atención de la mafia australiana- le reprocho.
- Muñeca...
- ¡Que muñeca ni que nada! Desviaras tu la atención, y si lo haces mal, juro porque mi verdadero apellido es Benedetti que no me va a importar que seas mi amigo y que tu padre sea aliado del mío- amenace y continúe con mi camino.
Este día no podía empeorar más...
(***)
Pensar en el hecho de que podamos ser descubiertas me pone de los nervios, el hecho de que Apolo sea la causa por la cual Chanel y Leah fueron secuestradas por mis padres me pone la piel chinita, tendré que viajar, ellas corren peligro y debo exigirles a mis padres que no las maten, no quiero muertos, y me di cuenta que les tengo aprecio, no voy a permitir que les hagan daño, pueden estar secuestradas y todo lo que quieran pero no permitiré que las maten.
- Artemisa, debemos viajar- dije y me miro confundida.
- ¿A dónde?
- A casa...- dije y se puso pálida.
- Po... ¿por qué? - tartamudea.
- Secuestraron a Chanel y a Leah- dije y ella ato cabos rápidamente.
Camino hacia la oficina de Aaron, al llegar su secretaria intenta detenerme, pero entro a las malas encontrándolo arremetiendo contra el cuerpo de una mujer desconocida para mi.
- Bueno disculpen la interrupción- digo y Aaron voltea sorprendido.
- ¡Es que mi secretaria no pudo decirte que no pasaras!
- Si, lo hizo, pero me vale una mierda lo que diga tu secretaria, necesito viajar a Australia, estaré ausente dos días- digo.
- No tienes mi permiso- dice y la chica sale de la oficina apenada.
- No lo necesito, tu padre me lo dará si no quieres hacerlo tu, y no me importa, de una forma u otra iré a Australia, obvio, si quieres que encuentre a las tenientes- dije.
- Iras acompañada- dice y antes de que continúe hablo.
- Claro, iré con Artemisa y Apolo, ellos me acompañaran, no necesito a mas nadie, y para que estés más tranquilo, prometo llegar entera- dice.
- Iras con guardaespaldas- dice.
- Si, ya tengo los míos, no necesito los de la agencia, y Aaron si llego a enterarme de que me mandaste guardaespaldas de la agencia te las veras con alguien a quien créeme, no quieres conocer, lo de la otra vez fue una pizca de lo que puedo y se hacer- dije y me di la vuelta para salir de su oficina.
Camine rápidamente hasta mi oficina, debía partir ya si quería que nadie me siguiera.
- ¿Nos vamos ya? - pregunto Apolo entrando en mi oficina sin tocar.
- Si, ¿Artemisa esta lista?
- Si, está en el auto- dijo y tome mi bolso para salir de la organización acompañada de Apolo y Artemisa.
- ¿En que avión iremos? - pregunto Artemisa.
- En uno comercial- dije y me miro con cara de asco- primero iremos a Italia, luego vamos a Inglaterra y por ultimo Australia-dije.
- ¡Pero eso es un viaje de dos días! ¡Ida y vuelta! - dijo.
- No necesitamos mucho tiempo con nuestros padres, créeme- dije apretando los puños con fuerza.
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