Capitulo 39

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Quisiera saber como...

Abrí los ojos lentamente y vi los ventanales de mi habitación, sabia que me había desmayado, pero justo en ese momento me hice consciente de que Aaron tenia sospechas sobre nosotras y no sabia como.

- ¡Artemisa! - grite y mi hermana entro corriendo a mi habitación.

- ¡Hasta que por fin despiertas! ¡Debemos hablar y esto no puede esperar!

- Lo se.

- Bien, me puse a investigar un poco, y para poder hacerlo tuve que acceder en el teléfono de Aaron y el de su padre, no me quise meter en tu chat, ya sabes, no necesito saber absolutamente nada de...

- ¡Si ya entendí!

- Bien, el padre de Aaron le puso estos mensajes, esta es su conversación- dijo y me mostro unas hojas con las conversaciones en ellas, en resumen, decía que Aaron debía cuidarse de nosotras porque comenzaba a dudar de que nosotras fuésemos quienes decíamos ser.

- ¿Aja y que mas?

- Aaron ha estado investigándonos, descubrió un infiltrado y no ha querido hablar, pero en cualquier momento puede hablar- dijo mi hermana.

- Mierda... hay que matarlo.

- Se llama Paul, es el- dijo mostrándome la foto de un rubio de ojos azules, lastima, es bastante guapo como para morir.

- Bien, una de las dos debe matarlo.

- No quiero hacerlo, yo... no puedo- dijo nerviosa.

- Bien, yo lo hago, pero te necesito concentrada, debe...- comenzaron a tocar la puerta efusivamente.

Artemisa y yo salimos de mi habitación dirigiéndonos a la puerta principal, tomamos nuestras armas y abrimos la puerta, que demo...

- ¡No saldrás con el!

- ¡¿Que diablos te pasa?!

- Yo me voy...- dijo Artemisa a mis espaldas.

- No saldrás con el- dijo y puse el arma en la mesa.

- Quien demonios te crees, tu no eres quien para decirme con quien puedo y con quien no puedo salir- dije.

- Lo haces para darme celos.

- ¿Enserio crees eso?

- Si.

- Que equivocado estas- mentí.

- Sea verdad o no, tu eres mía y eso nadie lo va a cambiar.

- ¡Vete a la mierda!

- ¡No! ¡Ni se te ocurra! - dijo cuando vio que tome el teléfono.

- "Joshua... eh, si, no podremos salir, tengo dolor de cabeza por el desmayo de esta mañana... ok... mmh aja... ok... si, esta bien"- dije y colgué.

- Le mentiste.

- No, de verdad tengo un dolor de cabeza muy hijo de puta así que te agradecería que te vayas- dije y se abalanzo sobre mi tomando mi rostro entre sus manos juntando sus labios con los míos.

Comenzó a besarme y mis labios correspondieron inmediatamente, como si mi cuerpo y sentidos estuviesen programados para corresponderle haciéndome sentir mil y un cosas, mi cuerpo temblaba de placer, lo deseaba dentro de mi, tenia demasiado tiempo de abstinencia y así debía seguir al menos dos meses mas, y el lo sabia y por eso se despego de mis labios.

- Eres mía- dijo juntando su frente a la mía tratando de regularizar su respiración.

- Lo se.

- ¿Quién eres?

- ¿Que?

- Nada...

- ¿Por que me preguntas eso?

- Nada...

- Di... olvídalo- dije sin querer ponerme mas en riesgo, esto me confirmaba el hecho de que el comenzaba a sospechar.



 olvídalo- dije sin querer ponerme mas en riesgo, esto me confirmaba el hecho de que el comenzaba a sospechar

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Mafia Australiana (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora