Después de un largo viaje estábamos llegando por fin a la que fue mi casa durante toda mi vida.
La camioneta estaciona frente la puerta y bajo de ella acompañada por Artemisa y Apolo.
- ¡MADRE! ¡PADRE! - grite desde la entrada enojada. Creo que nunca había estado tan molesta con ellos.
- ¡Hija! ¿Cómo estas mi corazón? - pregunta mama con una sonrisa haciendo un ademan de abrazarme, pero cuando ve que me hecho hacia atrás me ve confundida.
- Mal, ¡estoy muy mal! ¿Dónde esta papa? - pregunto enojada.
- Hija cálmate que te van a camb...
- ¡Me vale mierdas si mis ojos cambian o no de color! ¡¿Dime donde demonios esta papa?!
- ¡A mí no me grites! ¡Respeta a tu madre Hera Benedetti! - dice y rió sarcástica.
- Si, ¡AJA! Donde esta pa...
- ¡¿Que pasa aquí?!
- ¡¿Dime ya por qué demonios secuestraste a Chanel y Leah?!- grito desesperada y el se sorprende por mi tono ya que nunca le había hablado así.
- Respétame- exige con calma. Y salgo de mis casillas sacando el arma apuntándole entre ceja y ceja desde una distancia prudente, veo que mi madre suspira asustada y mi papa no se inmuta.
- ¿Que? ¿Vas a seguir sin decírmelo? No soy estúpida.
- Se que no lo eres así que baja eso antes de que ocurra un accidente- pidió con calma.
- ¡Al diablo! ¡Se que las tienes! ¡Pero si las llegas a matar me van a valer mierda quien salga afectado! - dije y hasta mi hermana dio un respingo al escuchar mi tono sombrío y frio.
- ¿Que? ¿Ahora te importan esas chicas? - pregunto mi madre indignada.
- ¡Pues resulta que si, porque ellas nos aceptaron a Artemisa y a mi al momento de llegar, no les importo que para ellas fuésemos desconocidas, nos aceptaron y trabajar con ellas no es tan malo, les cogí cariño, así que sin torturas! - exigí- diré que la mafia brasileña las secuestro, hay una misión, por trata de blancas, diré que ellos las tienen, los desviare de ustedes, pero las quiero sin un raspón, ¿entendido? - dije.
- ¿O qué? ¿Que nos harás Hera? Somos tus padres- dijo mi papa retándome.
- ¿Se te olvida que tu me criaste o te haces el de la vista gorda? Me importa un bledo quienes sean, encenderé esta mierda en llamas si se me viene, las quiero sin un raspón- dije sin entender por qué mas allá, con esto me refiero a que esas chicas no deberían importarme tanto como para amenazar a mis padres.
- Cuida tus palabras- dice mi madre.
- Cuiden sus acciones y estaremos a mano- digo dándome la vuelta para irme a la camioneta.
No obtengo descanso, no lo necesito y no lo quiero. Quiero llegar a la que ahora es mi casa para así por fin poder descansar, me importa poco lo que piensen mis padres, mi hermana o Apolo, esas chicas saldrán vivas de ese sótano en el que se que están, porque desde las cámaras las estoy viendo. Desde que llegue a Australia la señal de las cámaras de mi casa llego nuevamente a mi teléfono y pude ver las condiciones en las que están.
Chanel está amarrada del cuello como un perro con la ropa rasgada... la ropa de la FIM para ser exactos, estaba al lado de Leah, no tenían cara de estar asustadas, pero en sus ojos se les veía, estaban golpeadas, tenían moretones por todo el cuerpo. Leah por otra parte estaba amarrada de manos y tenía un pañuelo en el cuello, imagino que este antes taba en su boca y Chanel lo bajo para que estuviese mas cómoda, también tenía la ropa rasgada, no hay nada peor que una tortura australiana y si mis padres la usaban juro por el apellido Benedetti que quemo esa casa con todos dentro.
(***)
Dos aviones y tres aeropuertos mas tarde...
¡Al fin en casa! Dejamos a Apolo en su pequeño apartamento hace aproximadamente media hora, tengo doce llamadas perdidas de Aaron y le sumo trece mensajes, tengo cinco llamadas de Dakota, dos de Brianna, y siete de Vanesa. No respondo ninguno.
Solo quiero descansar...
- ¿Por qué amenazaste a nuestros padres? - pregunta Artemisa.
- No quiero hablar Artemisa, estoy cansada- dije.
- ¡No! ¡Dime! ¡Estoy cansada de que tomes decisiones solo por tu cuenta! ¡Estoy cansada de eso, ya es suficiente! - dijo saliendo de sus cabales.
- Lo hice porque se me vino así, me vale, a esas dos no les pasara nada porque ellos saben perfectamente que estaba hablando enserio y pretendo mantener mi palabra, si una de las dos o las dos muere, ten por seguro que quemo la casa con todos dentro, hace tiempo dejo de importarme, ellos hacen promesas que no cumplen, yo hago promesas que cumplo, y si pasa algo así, a la mierda la familia, porque a pesar de querer a mis padres, nuestros padres, Chanel y Leah son más familia que ellos- dije a lo que Artemisa quedo sorprendida, sin embargo no me lo refuto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
