Mafia Australiana (Completa)

Capitulo 32

Tormento

Dos semanas, han pasado dos semanas desde el baile, desde enterarme que mi hermana esta viva, después de tanto tiempo, saber que un rayo de luz entraba por este cielo gris dando un atisbo de esperanza a este desastre, a esta familia que con el pasar del tiempo va de mal en peor, porque si, mis padres nos aman, nos dan lujos, nos consienten, y nos confiaran el trono que nos corresponde por herencia, sin embargo, se que mi familia no esta bien, lo confirme y lo mantengo, se esta cayendo de gramo en gramo desde que salimos hace dos meses de Australia, parece poco tiempo para todo lo que ha pasado, todo lo que pasara y todo lo que espero que pase, mi familia no es lo mismo que era antes, el enterarme de la mentira de mis padres me dolió demasiado al punto de sentir un rencor muy profundo, me duele el hecho de que permitieran que asesinaran a una pobre princesa frente a mis ojos haciéndome creer que era mi hermana, y lo peor es que no creo que ellos sientan remordimiento.

Siento como poco a poco todo se me viene encima, pero debo ser fuerte por mi hermana, la FIM sigue buscando a Atenea, por otro lado los chicos la están buscando también con un equipo que tenemos aparte en Australia, por otra parte están Apolo y Aaron, el primero no deja de perseguirme, resulta que ahora le gusto y quiere que le de una oportunidad e intentemos una relación que se perfectamente que será un total caos, el es muy tranquilo y bueno, mientras que yo soy todo lo contrario ya que de tranquila y buena no tengo nada, el segundo, sigue siendo igual, celos, sexo, relación toxica, sigo sintiendo algo raro hacia el, sentimientos encontrados y no se exactamente que es y me niego a aceptar que me gusta, no dejo de pensar en que la organización le pisa los talones a mis padres y ellos solo lo complican mas al negarse completamente a irse de Australia por un tiempo... estoy viviendo un tormento.

- ¿Escuchaste? - pregunto Vanesa.

- Lo siento, es que...

- Lo se cariño, esta bien- dijo dándome una sonrisa triste- como te decía, podemos hacer una noche de pelis, así te relajas un poco- dijo.

- No puedo, debo hacer unas cosas esta noche.

- Uh, ¿Te veras con el jefe? ¿Con Apolo? ¿Otro pretendiente? - pregunto.

- Ninguno...

- No es mala idea, podemos salir esta noche, así discuto unas cosas contigo- dijo Aaron con su voz imponente a mis espaldas.

- Lo siento, he dicho que tengo cosas que hacer y tu no estas en mis planes, y no me lo digas en tono de exigencia, porque para algo esta la oficina, para discutir las investigaciones y todos los problemas, así que podemos hablar en tu oficina o la mía- dije sonriendo con superioridad.

- Te busco a las siete- dijo.

- No voy a estar, aunque si quieres, puedes invitar a mi pastor alemán, aunque probablemente te ataque, es bastante agresivo- dije con una sonrisa y Vanesa tenia ganas de reír por mi descaro y la cara de Aaron.

- Te busco...

- Creo que a mi perro le gustaría un paseo, llévate un traje de seguridad y te dejare sus guantes de entrenamiento afuera junto con la correa, ah y sus galletas, mejor prevenir, a veces es realmente agresivo, una vez le agarro la pierna a un desconocido y por poco casi la pierde- dije y se sorprendió mientras yo sonreía angelicalmente.

Me levanté y me fui a mi oficina, me metí en el sistema de Australia y comencé a investigar todo lo de Atenea, había estudiado con profesores particulares en Francia, esta recién graduada, y esta hermosa, ese característico cabello castaño y ojos marrones, sus facciones eran perfectas, y su sonrisa, es igual a la de mi madre.

- Ey- dijo Aaron entrando a mi oficina cerrando las ventanas de esta.

- ¿Que quieres? - suspire agotada.