Capitulo 37

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Despierta

Pov Artemisa

Miedo de perder a mi hermana gemela es lo único que corre por mis venas, ella es mi complemento, y tan solo acabo de recuperar una hermana como para perder otra, esta vida es muy injusta y lo único que hace es darte golpes contra la pared, haciéndote ver como todo a tu alrededor se derrumba y como mantener una mentira es tan difícil. Nuestra madre murió, y se lo tenia merecido por hacer todo lo que hizo, mi padre no fue el mejor al serle infiel a la hermosa mujer que murió hoy frente a mis ojos, pero eso no justifica el hecho de que nos hiciera creer a los tres que Atenea había muerto. Federick ya le aviso a nuestro padre de todo lo sucedido, incluyendo el que Atenea estuviese viva, pero ella no me preocupa tanto en este momento ya que se puede decir que esta medianamente bien, solo que ella no quiere hablar, tiene muchos traumas y eso es algo que superaremos poco a poco. Hera no quiere despertar, ha pasado una semana y su recuperación es bastante lenta, o por lo menos eso me parece a mi, sin embargo, los doctores dicen que se esta recuperando rápido y que sigue estando en peligro pero las posibilidades de que muera cada vez son menos, eso no me alivia, sigue esa pequeña posibilidad, y hasta que no despierte y este fuera de peligro no podre dormir tranquila.

- Hermanita tienes que despertar, debemos salir de todo esto juntas...- susurre y apreté levemente su mano, no quiero aceptar el hecho de que pueda perderla porque entonces no sabría que hacer, no sabría como seguir, ella es mi todo.

- Estará bien cariño.

- No Max, esto no esta bien, nada esta bien, todo es culpa de la que un día fue mi madre, esa que me dio amor y me inculco valores, esa mujer hermosa que le brindaba luz a la casa, no esta para nada bien, ella debía morir, pero mi hermana no debe irse con ella, me niego rotundamente a aceptar que me pueda dejar sola, ella tiene que luchar.

- Si, pero se esta recuperando y tu deberías descansar- dijo levantando mi rostro y secando las lagrimas que brotaban de ellos- vamos a cenar esta noche, arréglate y ponte bonita, debes despejar la mente.

(***)

Tras estar las ultimas horas en la clínica pegada a camilla en la que se encontraba mi hermana, por fin logre asearme y arreglarme un poco para salir con Max. No siento esas ganas de salir, no estoy con los mejores ánimos y estoy muy cansada. La recuperación de Atenea va de maravilla, descubrimos que al igual que Hera y yo tiene el mismo trastorno, y es de carácter fuerte, es toda una guerrera, pero no sabe defenderse, y tendrá que aprender, de lo contrario, fijo va a morir. Mi padre llamo la otra noche pidiendo ver a Atenea, le dije que no, ya que corremos el riesgo de ser descubiertas, por otra parte le explique a Atenea lo que debía hacer, y le conté muchas cosas que debía saber.

Decidí ponerme un vestido suelto floreado con unas sandalias bajas, recogi mi cabello en una coleta alta y agregue accesorios.

Cuando escuche el tiemble rápido me dirigí a la puerta...

- Estas preciosa- dijo Max.

- Tu no estas nada mal- respondí dedicándole una sonrisa agotada y el me tomo del rostro delicadamente.

- Todo estará bien, lo prometo, ella despertara y las cosas volverán a la normalidad- dijo dedicándome una sonrisa atrayéndome a sus brazos dedicándome un reconfortante abrazo.

Bajamos, nos montamos en su auto y emprendimos camino a algún lugar desconocido, estábamos en un silencio sepulcral, sin embargo, no era un silencio incomodo, al contrario, era un silencio agradable, de esos que muchas veces necesitas y pocas veces obtienes.

Media hora después llegamos a una zona boscosa donde aparco el auto junto a otros que ya se encontraban allí. Baje del auto luego de que Max me abriera la puerta y tomados de la mano entramos al restaurante, no era un restaurante de esos a los que solo va gente rica ya que por sus altos costos una persona estándar no puede darse semejante lujo, era un restaurante común y lo agradecí mucho, todo estaba decorado con hermosas luces y flores, era muy al estilo campestre.

Nos sentamos en una mesa del final y enseguida nos atendieron, no puede evitar molestarme un poco al ver como la mesera le hacia ojitos a Max, pero me di cuenta que el no le prestaba atención así que sonreí ante el hecho de que era capaz de ignorar a cualquier otra mujer con tal de tenerme cerca de el.

- Bien, creo que deberías desahogarte, dime todo- dijo tomando mis manos.

- Me preocupa, que mi hermana no despierte, me preocupa que Atenea no sepa ocultar el hecho de que nuestro apellido es Benedetti y somos hijas de la mafia y me preocupa el hecho de que mi hermana pueda enamorarse de Aaron y sin darse cuenta nos lleve a cometer un grave error- dije suspirando.

- Bien, tu hermana despertara, Hera es muy fuerte, puede contra eso y mucho mas, con respecto a Atenea, hay que estar al pendiente, y sobre lo de Aaron, si tu hermana se enamora, tendrá dos opciones, o sale de la mafia y se queda con el, o el entra en la mafia, bueno serian tres, la tercera seria que tu hermana este consciente de que es un grave error y lo mate, pero de esa dudo mucho- dijo haciendo una mueca y reí.

- No lo se, y tampoco se si quiero saber- dije.

(***)

- Hermana, te necesito, despierta, yo... yo no puedo perderte- digo por enésima vez. Sentí un leve apretón en mi mano y luego uno mas fuerte, ella estaba despertando.

Rápido me pare de la silla en la que me encontraba saliendo al pasillo, localice a Aaron llegando con mala cara y corrí en busca de una enfermera, cuando la encontré corrimos a la habitación de Hera y le quitaron los tubos para que empezara a respirar por su cuenta, en eso Aaron entro en la habitación notablemente preocupado.

- Despertó...- dije al voltear y vi en su rostro el alivio llegar y la preocupación desaparecer.



- dije al voltear y vi en su rostro el alivio llegar y la preocupación desaparecer

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Mafia Australiana (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora