Capitulo 28

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Maratón 1/4

Hotel.

Brasil, es un hermoso país, no lo conocía, siempre quise conocerlo, y es realmente hermoso, hay mucha fiesta y gente alegre bailando, ves carros de comida por doquier y es simplemente hermoso con todos los grandes y mínimos detalles que lo hacen especial.

Quería conocer Brasil, pero de una forma muy diferente, eso es algo que no negare.

Tuve un viaje tranquilo gracias a que Aaron no viajo en el mismo avión que yo, mientras volaba, no paraba de pensar en la misión de parís, para ser exactos en mi discusión con Aaron, pero logre repasar unas cuantas veces mas lo que debíamos hacer mañana por la noche.

Una hora después de llegar a Brasil, logramos llegar al hotel, realmente es muy lujoso, todos nos quedaremos en distintos hoteles de la zona para no levantar sospechas. Nos repartieron las llaves de las habitaciones y subí dejando mi maleta a un lado del armario, solo duraríamos cuatro días en Brasil y quiero salir con mis amigas esta noche, por lo que tengo todas las intenciones de descansar.

Camino por la habitación detallandola minuciosamente, la cama tenia una sabanas color crema, a ambos lados tenia mesitas de noche que arriba tenían lámparas de decoración muy bonitas, desde el gran ventanal de la habitación se podía ver gran parte de las calles de Brasil, entre a la puerta que estaba a mi izquierda y dentro había una tina, una ducha, un lavado doble y un váter, cerré nuevamente la puerta y vi las botellas de vino junto con copas a un lado, y como una señal me quite la ropa y calenté el agua de la tina.

Luego de darme una relajante ducha me puse mi bata de seda con mi ropa interior debajo y me serví una copa de vino tinto, en ese momento tocaron la puerta de mi habitación y abrí sin antes ver quien era, y me arrepiento de hacerlo.

- Hola- dijo esa voz...

- ¿Que quieres? ¿Volver a insultarme?

- ¿Por que siempre tienes que estar a la defensiva conmigo?

- No se, dímelo tu.

- Lo lamento, venia a decirte que lo lamento, tu puedes hacer lo que quieras y...- trago grueso- besar a quien quieras.

- Te acepto la disculpa solo porque mañana seremos pareja y no quiero que esto se arruine- dije y vi que me analizaba de arriba abajo.

- ¿Si lo besaste? - pregunto dejándome desconcertada.

- Eso dicen las chicas, no le vi la cara, estaba demasiado borracha- dije.

- ¿Que tomaste?

- Mezclé tequila, vodka y ron- dije y se sorprendió.

- ¡¿Que hiciste que?! ¡¿Estas loca?! ¡¿Como se te ocurre?!

- No estaba en mi mejor día- dije caminando hasta el sofá que daba vista a la ciudad- toma vino, la botella esta por allá- señale la mesita en donde se encontraban todas las botellas.

- Estoy bien- dijo serio y voltee a mirarlo.

- ¿Ahora que?

- ¿Te gusto?

- Esta rico, es un poco amargo, pero esta rico- dije moviendo ligeramente la copa viendo el contenido.

- ¿Te gusto... el beso? - aclaro.

- Si...- dije y el asintió y sin decir mas salio de la habitación.

¿Quien lo entiende?

Todavía me pregunto que demonios pasa por su cabeza, pero no le encuentro respuesta a esa pregunta, si hay una persona difícil de descifrar es Aaron, se que soy igual, y se que eso lo frustra, por otra parte, he ignorado a Apolo a toda costa, no deseo hablar de lo que sucedió esa noche, se que en algún momento tendremos que hacerlo, pero mientras pueda ignorarlo, no le hablare.

(***)

Diez y treinta de la noche, estoy esperando a las chicas en recepción junto a Vanesa, que no para de hablar de que todavía no supera el hecho de que Stefano y yo nos conozcamos desde hace tanto tiempo.

Decidí ponerme un vestido rojo carmesí de tirantes delgados, este llega a la mitad de mi muslo y tiene una abertura en mi pierna derecha, lo combine con unos tacones negros de tirantes y unos cuantos accesorios, aplique maquillaje, algo bastante ligero, y recogí mi cabello en una coleta para lucir un poco mas el escote.

- Wow! Están preciosas- alago Dakota que venia con las demás, nos saludamos entre todas, lo de siempre, alagos entre nosotras, bien merecidos porque estábamos hermosas.

- ¿A donde vamos? - pregunto Fiorella.

- La ultima vez que vine a Brasil, vine a un club muy reconocido- dijo entregándole la tarjeta al taxista- pero nunca me aprendí el nombre del club, lo importante es que tengo la dirección- finalizo Brianna.

Al llegar al club todas quedamos sorprendidas, era realmente hermoso, todo se veía extremadamente lujoso, había personas bailando al ritmo de la música y tomando como si no hubiera un mañana, esto es realmente increíble, desde ya puedo decir que amo Brasil y sus fiestas.

Nos sentamos en una mesa y decidimos solo beber unas cuantas cervezas ya que mañana debíamos trabajar, no bailamos casi ya que nos dedicamos mas a ponernos al día, estos últimos tres días no habíamos tenido tiempo de hablar a profundidad, llegue a la conclusión de que Vanesa se estaba convirtiendo en una de mis mejores amigas, sin embargo, no podía saber mi secreto, pero dejando eso de lado, me conocía bastante bien como para poder decir eso.

Al regresar al hotel subí a mi habitación, encontré todas las luces de la habitación apagadas lo cual me pareció extraño ya que recuerdo perfectamente haberlas dejado encendidas, saco el arma que llevo en mi bolso y enciendo la luz apuntando a todos lados cuando me encuentro con esa figura.

- ¡¿Que diablos haces aquí?! ¡Te pude matar! - chille asustada.

- Te necesito...- dijo y me beso con furia, un beso que fue totalmente correspondido por mis labios.


- dijo y me beso con furia, un beso que fue totalmente correspondido por mis labios

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Mafia Australiana (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora