Capitulo 18

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Nueva misión.

Día nuevo... y debo ir a trabajar, realmente es un cansancio trabajar con papeleo, pero hoy tenemos una reunión, será sobre la nueva misión, no se nada respecto a esto, se que es contra la mafia brasilera, y el juego sigue estando a nuestro favor, ya que nuestro padre nos ha mandado a decir con Federick que el jefe de esa organización trato de atacarlos cuando estaban en una reunión con el jefe de la mafia rusa, lo cual de inmediato lo convierte en un enemigo más y una lucha que debemos ganar.

Algo en lo profundo de mi siempre me dijo que Miario Da Silva (jefe de la mafia brasileña) que nos iba a causar problemas futuros, agradezco que lo haya hecho mientras estábamos aquí, resulta que la FIM descubrió que intentaran hacer un negocio de millones en Brasil, consiste en la trata de blancas, y, eso es todo lo que se.

(***)

- Hera, te enter...

- ¿De la nueva misión? Claro- dije a Vanesa que venía emocionada.

- Si... debemos ir a esa reunión, me imagino te pondrán de infiltrada, hiciste un excelente trabajo en la misión de parís, que quede entre nosotras, pero escuche decir al jefe que le había impresionado tu trabajo de esa noche a pesar de... bueno, ya sabes...- dijo sin querer mencionarlo por miedo a mi reacción.

- Seguro entraremos muchos de infiltrados, no me sorprendería que trabajemos juntas de infiltradas, quisiera saber de que trata, me encantaría saber cuál será la fachada del trabajo- dije algo emocionada, aunque espero esta vez no sea un prostíbulo, me gustaría algo más elegante, no se, tengo tiempo que no voy a un baile... sospecho que será algo así, que mejor que un baile para hacer un negocio de trata de blancas, ya lo hemos hecho y he presenciado muchos de ellos, y creo que la palabra se queda corta a lo que he visto.

He presenciado muchas cosas horribles en mi vida, aprendí que el mundo no es color de rosa y que solo gana el que mejor guerra da, el que no tiene puntos débiles, la guerra es para personas con corazón de hierro, fui criada, entrenada y hecha para esto, soy una Benedetti, no cualquiera puede llegar a tener mis habilidades, llevo preparándome para el trono, para la guerra, para contratiempos, conflictos, balas y heridas, desde que tengo memoria, he pasado por los entrenamientos más dolorosos, incluso aquellos que pueden dañar tu cuerpo si no logras hacer las cosas bien al momento, me envenenaron tantas veces en cantidades mínimas hasta que aprendí a reconocer el olor de cada uno de los venenos existentes, me entrenaron para resistir una tortura sin decir una sola palabra, y no con cualquier tortura, sino con la que dicen es la más fuerte, la tortura australiana, si, esa del país de donde vengo, la que uso cuando necesito sacar información de traficantes, mafiosos, ladrones o traidores, mi cuerpo se acostumbró al dolor, a vivir con el y luchar contra el, mi cuerpo no tiene ni una sola cicatriz, esta limpio, con el tiempo cualquier rastro se borró, pareciera que nunca me han cortado la piel en un intento de entrenarme como una guerrera.

- ¿Hera? ¿Estás bien? - pregunta Vanesa sacándome de mis pensamientos.

- Mhmm, si, si, solo estaba pensando en aquellos momentos cuando me entrenaron- dije con una sonrisa en el rostro.

- Uy me gustaría escuchar sobre eso...

- No, créeme que no te gustaría- dije riendo.

- ¿Por qué? No creo...

- Vane, no me entrene en una base militar, mis entrenamientos fueron completamente distintos a los tuyos o a los de cualquier otra persona incluyendo a mi hermana- dije.

- Bien, te dejo y solo porque debo ir a mi oficina, después no te salvaras y me tendrás que contar- dijo y asentí solo para sacármela del paso.

Mafia Australiana (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora