Capitulo 22

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Pov Artemisa.

Demonios...

Mi hermana parece estar en una especie de trance, todos le decimos que baje el arma, pero ella no escucha, lo raro, es que sus ojos no han cambiado de color y eso me tiene intrigada, ya deberían haber cambiado de color.

No niego que yo también estoy molesta, en una practica ningún peon, soldado, teniente o capitán debe terminar como Apolo termino, a menos que entrenes en Australia y te hagan la vida un desastre.

- ¡Hera! ¡Estoy hablando enserio! ¡Baja la maldita arma! - le grito molesta.

- ¿No Artemisa, no lo haré, este cabrón, aparte de lo que hizo se atreve a retarme- ríe sarcásticamente- lo peor es que te lo advertí Aaron- dice volteando los ojos y miro la escena confundida... ¿se lo advirtió?- eres un maldito celopata, y tu y yo no somos absolutamente NADA, así que no tienes ningún tipo de derecho a hacer lo que hiciste o a tomar decisiones sobre mi vida.

- Seguro en Australia te acostaste con el- dijo Aaron furioso y la cosa empezó a ponerse fea.

- Que?! Sabes? Te diré la verdad y solo porque no voy a dejar que ensucies mi nombre con tus estupideces, no me acosté con Apolo, solo somos amigos, ¡y después de hoy tampoco pretendo acostarme contigo! - dice mi hermana y todos la miramos sorprendida ante tal declaración... ¡SE ESTABAN ACOSTANDO!...

- No lo hagas, nadie te obliga, y mantente alejada de Apolo, porque lo mato si te toca un cabello- amenaza.

- ¿Te acuerdas la vez que peleamos y te dije que tus amenazas eran como el agua? Insípidas, bueno, eso no cambia, ahora, si matas o le haces algo a Apolo le haré un favor al mundo y te pegare un tiro aquí, aquí y aquí- dice tocando su pecho, luego su boca y por ultimo su entrecejo- y lo juro por mi apellido y la sangre que corre por mis venas.

- Herma...

- ¡Cállate! - dice y sale de la habitación dejándonos a todos parados en shock ante el espectáculo.

- Te le acercas y te mato imbécil- amenazo abiertamente Aaron a Apolo, este último quedo con el mentón arriba viendo como Aaron seguía los pasos de mi hermana por el largo pasillo de la torre de habitaciones.

(***)

Sigo sorprendida ante ver tal espectáculo, por lo que mi cuerpo siente que necesita unos tragos, por lo que me arreglo dispuesta a salir a beberme unos cuantos con Kiara, Brianna, Fiorella, Vanesa, Nia y Dakota no vienen, están hasta el cuello de trabajo con la misión en Brasil y mi hermana sencillamente no aparece.

La cosa está en que desapareció desde el enfrentamiento con Aaron, y este la siguió, pero no quiero pensar que están juntos, matándose a gritos, o que uno ya esté muerto, porque conozco a mi hermana, es una mujer independiente, fuerte, que sabe valerse por si misma, se que no le temblaría la mano para matarlo.

Nosotras siempre hemos sido consentidas, siempre hemos vivido con nuestros padres, pero siempre trabajamos, entrenamos y a través de eso, ganábamos nuestro propio dinero, eso nos hizo crecer, nuestro padre siempre nos dio todo, pero nosotras decidimos ser autosuficientes así nuestros padres hicieran lo posible y lo imposible por darnos lujos y demás.

Conozco a mi hermana y se que podría matarlo sin pensar...

Salgo de casa tratando de pensar en otra cosa que no sea mi hermana muerta o pegándole un tiro entre las cejas a Aaron. Conduzco por las calles buscando el club en el que siempre quedamos.

Bajo del coche y me dirijo a la entrada, lo que las chicas no saben es que alguien me espera, hoy les presentare a alguien y por primera vez, no seré la chica tímida que siempre he sido, porque no negare lo cierto, soy buena peleando, soy buena mintiendo, soy buena en muchas cosas, pero siempre fui la chica tímida, hasta que llego el, y me di cuenta que no debía tener miedo a nada, nadie sabe de el, solo yo, y ya lo conozco de hace tiempo.

- Ey- dice cuando me ve entrar.

- Hola- digo y le doy un casto beso en los labios, el me dedica una sonrisa ladina tomándome de la mano para guiarme a la segunda planta donde están las chicas, que por supuesto, no me han visto.


- Hola- digo y le doy un casto beso en los labios, el me dedica una sonrisa ladina tomándome de la mano para guiarme a la segunda planta donde están las chicas, que por supuesto, no me han visto

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Mafia Australiana (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora