Q U I N C E - Pap'a.

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James - 8 meses.

( T / N ).

¡Aa'haa!

– James no tires de mi cabello – gruñó Hajime levantando su cabeza para hacer notar su enojo, no sirvió de mucho pues una leve sonrisa se vio reflejado en su rostro al ver la alegría del pequeño.

– Eres temible Hajime – Murmuré colocándome en puntillitas para así, llegar a James y soltar un buen mechón de cabello – James, suelta, no tires el cabello.

¡Brrrr!

Brrrr para ti también – Hablé con una sonrisa, mirando por encima de la cabeza de Hajime, el cual llevaba al pequeño en forma se caballito sobre sus hombros – ¿Vas bien?

– No pesa mucho, es un bebé – Respondió siguiendo nuestro camino por las calurosas calles de California.

Los tres íbamos camino a la casa de Sorai, algunas veces mi padre cuidaba al pequeño cuando Hajime y yo debíamos estudiar o trabajar y si, el maldito amaba con su alma a James.

– No te preguntaba a ti – murmuré – ¿James cómo vas?

¡Geeuaa! – Grito feliz en su idioma mientras levantaba su trasero unos centímetros y lo dejaba caer con fuerza sobre los hombros de Hajime.

Al tener ya sus ocho meses, el pequeño se podía sentar por largos minutos y permanecer erguido, aun no podía articular palabras conocidas por el ser humano, pero se esforzaba por hacerlo.

¡Brrrrr!

– James – regañé al ver como un pequeño mechón de Hajime era atrapado nuevamente entre sus traviesas manos, el pequeño al instante tiró de los mechones – Pequeño renacuajo, suelta.

"Pequeño renacuajo" – Imitó Iwaizumi padre, por lo bajo – ¿Es enserio?

Mis ojos bajaron hasta su rostro, las cortas piernas de James pasando por su cuello le daba un toque algo tierno a mi parecer, sus ojos me miraron con algo de diversión al igual que la inconfundible casi sonrisa que proyectaba la comisura de su labio.

– Te estoy defendiendo – Contraataque tocando el timbre de la casa frente a mí.

- Si, por qué nuestro hijo de casi ocho meses me puede matar con su gordo trasero.

Reí ante su notorio sarcasmo, abrí mis labios para responder, aunque el sonido de la puerta principal siendo abierta me interrumpió por completo.

– ¿¡Donde está mi nieto preferido!? – Gritó Sorai mientras estiraba sus brazos hacía James.

¡Aa'h!

– Es tú único nieto – Murmuré por lo bajo haciendo espacio para el dramático saludo.

Hajime acostumbrado a James y mi padre se inclinó hacia delante aún con mi pequeño entre sus brazos, era una maniobra algo extrema a mi parecer y claro, el de Hajime.

Pero a Sorai y a James le encantaba.

Antes de que James cayera por completo mi padre lo recibió entre sus brazos con un fuerte y afectuoso abrazo haciéndolo elevar por los aires.

– ¿Quién es mi pequeño? ¡Tú eres mi pequeño! – Gritó entrando por completo a su casa manteniendo a mi hijo entre sus brazos y sacándole una que otra sonrisa.

Hajime sonrió al ver la escena mientras entraba a la calidad casa.

– No nos olvidó por completo, al menos esta vez nos dejó la puerta abierta.

𝘗𝘦𝘲𝘶𝘦ñ𝘰 𝘋𝘪𝘷𝘢𝘬𝘢𝘸𝘢 - 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪 | corrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora