𝘗𝘦𝘲𝘶𝘦ñ𝘰 𝘋𝘪𝘷𝘢𝘬𝘢𝘸𝘢 - 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪 | corrigiendo

¡Especial! Día del padre.

H A J I M E.

Apreté mi agarre sobre la cintura de (T/N) al ver como se removía, mi cabeza estaba cálidamente reposada en su pecho, estaba cómodo, tan cómodo, el sonido de su corazón se hacía presente en mi oído.

- Estas despierto - Murmuró con un pequeño tono quejoso, sentí su mano apoyarse en mi cabeza haciendo un leve masaje - ¿Hajime?

- No, estoy durmiendo.

- Oh, claro - Ironizó - ¿Estas cómodo?

- Como no te imaginas.

- Bien, feliz día súper papá - Sonreí sintiendo esa extraña sensación de felicidad en mi pecho - Ahora tienes que soltarme, le prometí a James que lo ayudaría con el desayuno.

- ¿Le vas a ayudar?

- ¿Quieres dejarlo solo en la cocina?

Recordé rápidamente los intentos de cocina que (T/N) había tenido, si, intentos....

- Creo que le tengo más fe al niño de once años - Recibí un leve golpe, seguido de un extraño masaje en el mismo lugar - No me puedes pegar en el día del papá - Inquirí divertido.

- Lo sé - Hice un extraño ruido de diversión al sentir un suave beso en mi cabeza - Ahora... Déjame ir Hajime, ya conoces como es James.

Bufando solté levemente el agarre, (T/N) con algo de pesadez salió de las mantas estirando los brazos, sus huesos sonaron al estar todo el tiempo en la misma posición.

- ¿Qué hora es? - Inquirí hundiendo mi rostro en la cabecera.

- Las diez con ocho... Tooro ven aquí - No tenía que ver para saber que (T/N) había subido al perro a la cama - Cuida de Hajime, te lo encargo.

El somnoliento Can bostezo estirando su cuerpo con molestia para luego dejarse caer nuevamente sobre la cómoda cama.

- ¿Quién a quién? - Pregunté antes que (T/N) saliera por la puerta.

El silencio quedo unos segundos suspendidos en el aire, los últimos días mi trabajo se había incrementado por lo que mi cuerpo totalmente acabado.

Suspire frotando levemente mi cara entre las sábanas, no quería levantarme, no hoy.

- Tooru quédate quiero - Susurré al sentir como el perro se levantaba para olfatear con gran esmero mi rostro - Shht siéntate.

Como James le había enseñado, el perrito bajó su parte trasera quedando completamente sentado en la cama, volví a suspirar para acariciar con cuidado su cabeza... Si tenía un leve parecido a Oikawa después de todo, su cabello, su energía....

- Mm - Con pesadez me levante de la cama, no quería pensar en lo que estaba haciendo, una leve corriente de nervios pasó por mi espalda mientras apretaba el número de Oikawa - ¿Qué estoy haciendo?

El perro volvió a olfatearme esta vez pasando su mojada nariz por sobre mi torso.

- Tsk, contesta ¿Para que tienes teléfono maldit--

- ¿Iwa-chan? Ah que sorpresa, casi siempre soy yo el que llama primera... ¿Pasa algo?

- Eh toto, no podés hacer eso.

- ¡Estoy en una llamada importante Matías!

- Per--

- ¡Adiós! ¿Iwa-chan sigues ahí?

- ¿Ah? Si - Con mi mano disponible acaricie el lomo de Tooru, el perro ladro divertido mientras se colocaba de espaldas a la cama dejando su barriga disponible para cualquier cariño.

No sabía que decir, pero después de todo... Era el día del padre.

- Sabes... No me has felicitado por mi matrimonio - Murmuré viendo la sortija, me di un golpe mental al escuchar la frase.

- ¿Ah? Si lo hice.

- No.

- ¡Si!

- Pues yo no lo recuerdo....

Un sonoro suspiro se escuchó desde el otro lado - Bien... Iwa-chan felicidades por--

- Gracias... A ti igual - Al menos se lo había dicho.

- ¡Pero si yo no me he casado!

Pero es el día del padre.

- Oh, si... Lo siento, supongo que lo idiota se me pegó.

- ¡¿Que se supone que significa eso?!

Abrí mis labios para responder, aunque el olor a quemado inundo mis fosas nasales - Mierda... Me tengo que ir, adiós.

- ¡Pero... Iwa-chan!

Corté rápidamente la llamada, aun sintiendo ese olor me levante de la cama empujando con algo de fuerza al pobre perro, me coloque rápidamente los pantalones y salí corriendo de mi habitación.

Me salté los escalones de tres en tres con el corazón a mil... Aunque, al llegar a la cocina solo pude maldecir al aire.

- ¿Hajime? ¿Por qué no estas en la cama? - Preguntó (T/N) con su cara totalmente manchada, miré el suelo del lugar, diablos yo no pensaba limpiar.

- ¡Papi te tienes que quedar acostado!

Moví la vista hasta James, su ropa y rostro no estaba mejor que la de su madre, suspiré mirando las blancas paredes que ahora se encontraban llenas de una masa de dudosa procedencia.

- ¿Están cocinando o haciendo una guerra de comida?

- ¿Ah?

Abrí mi boca para responder, pero algo golpeo con fuerza mi cabeza, levante la mirada viendo como otra masa estaba devuelta entre los mechones de mi cabeza y... ¿Como es posible que el techo de una casa se llenara de masa?

Pronto recordé porque había bajado - Algo que quema - Informé sacando un paño de cocina para abrir el horno - Mierda.

- Oh... Mami el pie de limón de echo a perder.

¿Eso era pie de limón?

- No te preocupes James los panqueques están intactos.

Un sudor frío recorrió por completo mi espalda, quizás.... Hoy muera de envenenamiento.

- - - - - - - -.

Lamento enormemente que el capítulo sea muy corto, pero lo estudios me tienen muy ocupada y me es difícil encontrar un espacio para escribir....

Hoy se celebra el día del padre -o al menos el mi país- y como igual que antes quería hacer un especial.... Muchas gracias por todo su apoyo y lindas palabras, espero que tengan un buen domingo <3