D I E C I N U E V E - Hermano.

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James: Dos años y seis meses.

( T / N ).

– Hajime – susurré sintiendo como mi cuerpo se estremecía debajo de su firme torso y brazos, sus besos pasaban de mi cuello hasta mi pecho con una leve lujuria – Oye – Sonreí arañando levemente su espalda por encima de la camisa.

– Mm – Protestó gruñendo por lo bajo mientras tomaba con firmeza mi cintura, buscando más comodidad atrape su cuerpo entre mis piernas y muslos teniendo más contacto con su cuerpo y, por supuesto, con su creciente erección – Haces difícil que me detenga si haces eso.

Sonreí viendo su sonrojado rostro, ambos nos encontrábamos en la pequeña cocina, yo sobre el fregadero, tratando de hacer el menos ruido posible pues James de encontraba en el cuarto de estar jugando con sus figuras o viendo televisión.

Los ojos de Hajime se habían oscurecido más de lo normal y en sus orejas estaba presente ese lindo color carmesí producto de una excitación. Lentamente baje mis manos acariciando su ancha espalda en el proceso, llegue a la orilla de su camisa jalando de ella.

Al parecer entendió mis intenciones pues se despegó levemente se mi cuerpo mientras alzaba sus brazos, gracias a eso pude retirar con cuidado su camisa.

Me deleité viendo su firme y moreno cuerpo, Hajime, sonriendo volvió a besarme, algo que correspondí al instante acariciando su firme mandíbula, los pequeños vellos de su rostro estaban presentes, haciendo que la punta de mis manos cosquilleara.

Lentamente me separe para ver sus lindo ojos, me había vuelto codiciosa de ellos y es que, me miraban de una manera tan extraña que simplemente lo amaba.

– ¿Que sucede? – preguntó en un susurro mientras acariciaba mi espalda, por el momento ambos habíamos detenido toda acción, disfrutando el momento.

– Tus ojos, son lindos – Pronuncié sin dejar de verlo, aunque lentamente bajé mi mano hasta su hombro, ese simple contacto parecía estremecerlo pues su cuerpo temblor levemente.

– ¿Sí? – Murmuro volviendo a besar mi cuello, sus labios tocaban cada punto débil de mi cuerpo.

– Mm – Mientras que su mano izquierda permanecía en mi espalda, su mano derecha bajó hasta mi muslo acariciándolo con delicadeza, quería más de él, sentí como su erección palpitaba entre sus pantalones.

Lentamente sus besos bajaron hasta mi pecho, llevaba puesto un brasier y una camisa ancha, gracias a eso Hajime fácilmente llegó hasta la orilla del seno.

Por mi parte mis manos bajaron más rápido de lo que pensaba hasta la orilla de su pantalón, agradecía que Hajime no usara cinturón.

¿Mamii, papii?

– Mierda – Susurramos ambos separándonos al instante, esa leve frase fue un interruptor quita excitación al parecer.

– Ya voy cariño – Anuncié bajando rápidamente del fregadero.

¿Papii?

– Aquí estoy

– Ten – Murmuré lanzándole la camisa la cual en el momento había caído en el suelo – Tendrás... Que bañarte... Con agua fría.

Sonriendo Hajime asintió – Supongo que sí.

¿Mamii?

Rápidamente salí de la cocina, al instante me encontré con James sentado sobre una mantita de oso frente al televisor con su juguete en la boca.

– Pequeño renacuajo suelta eso. Esto es caca.

– Pipiiii.

– No, cariño, caca.

𝘗𝘦𝘲𝘶𝘦ñ𝘰 𝘋𝘪𝘷𝘢𝘬𝘢𝘸𝘢 - 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪 | corrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora