V E I N T I O C H O - Ren.

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James - 11 años.

H A J I M E.

- ¿Es él? - Preguntó en un leve susurro, sus ojos seguían siendo igual que siempre, los rasgos tan definidos que había sacado se mezclaban en la linda mirada de su hija mayor - Si - Afirmó antes que (T/N) y yo pudiéramos responder - Es él.

- Tiene un gran parecido a Tooru - Susurró Nana mientras miraba el álbum de fotografía - Son... Iguales.

- ¿Cuanto tiene? - El rostro de Mei se alzo mirándonos, sus ojos mostraban alegria aunque de todas maneras no podía evitar esa corriente de nerviosismo.

- Once - Respondí caminando unos pasos para tomar la nerviosa espalda de (T/N), ante el repentino gesto saltó algo asustada, aunque luego de unos segundos me correspondió depositando con suavidad su mano - Es.. Un chico muy bueno.

- Es muy sociable - Prosiguió (T/N) temerosa - Se puede hacer amigos en un segundo, le gusta el voleibol y come como un condenado.

- Es un diva en toda la palabra - Murmuré tratando de sonar lo más calmado posible.

Era algo difícil viendo como el rostro de Nana se mostraba sin expresiones a diferencia de su madre la cual seguía sorprendida pero alegre.

- Supongo que Tooru no sabe.

- No.

Nana fijó su vista en una foto en particular, sus ojos se cerraron levemente mostrando una inigualable sonrisa mientras apuntaba en esa dirección - Mamá, esa foto se parece a Tooru ¿No? Con sus mejillas.

- ¡Oh! ¡Son iguales!.... ¿Podemos verlo?

Sin pensarlo mucho miré a (T/N), ésta de igual manera me devolvió la mirada con algo de miedo, eran esas extrañas miradas que podían decir una y mil cosas.

Y esta decía que si, con un gran miedo pero aceptaba.

- Iré a buscarlo - Dije soltando con pesadez el firme agarre, no di tiempo a discutir cuando subí las escales, Tooru, el pequeño can me siguió con rapidez.

La casa era verdaderamente grande, su diseño era como una cabaña gracias a los lindos colores que presentaba, bueno, después de estar viviendo tanto tiempo en un espacio tan reducido lo único que quería era algo más grande.

Llegué a la pieza de James viendo como en la puerta tenía un "No entre, me encuentro en crisis existencial" anotado en la pizarra.

Sonreí tocando con cuidado - ¡Se puede!

- ¿Quien es?

- Papá.

-......

-......

- ¡Adelante!

Hize la acción cerrando con cuidado la puerta tras de mi, la habitación presentaba estar ordenada como usualmente se encontraba, la estantería de libro a los pies de la cama, su cama bien echa, el gran ropero, algunas historietas, su lindo escritorio y algún que otro juguete.

- James tenemos visitas... Y amm, te quieren conocer.

- ¿Ah? ¿A mi? ¿Por qué?

- Mamá y yo hemos hablado muy bien de ti - Mentí caminando hasta su armario - ¿Te gustaría vestirte mejor? Para la ocasión.

Vi como se entreseja se juntaba levemente mientras analizaba, recordé ese gesto rápidamente como el de (T/N) al pensar algo sumamente importante.

- Bien, acepto - Dijo luego de unos segundo.

- ¿Te podías negar?

- Pero - Interrumpió, una gran sonrisa se instaló en sus tiernas mejillas para, posteriormente buscar algo en su baúl - Me tendras que firmar esta nota.

𝘗𝘦𝘲𝘶𝘦ñ𝘰 𝘋𝘪𝘷𝘢𝘬𝘢𝘸𝘢 - 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪 | corrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora