T R E I N T A - Yarah y Maicon.

1.4K 188 77
                                        

H A J I M E.

- Mm.... Haji... - Una leve risa se escuchó deteniendo por completo su frase - Oye espera.

- ¿Mm? - Deje su cuello para alzar la vista hasta sus ojos, ambos cuerpos desnudos se acoplaban a la perfección, aunque llevábamos esa leve capa de sudor podía ver con claridad las modidas que había dejado por todo su cuello y pecho - ¿Que pasa? - Preguntó apoyando mi cuerpo en los codos, la cama estaba totalmente desordenada aunque la sabana seguía sobre nosotros.

- Pido un tiempo - Murmuró juntando con cuidado nuestros labios - Haces ejercicio todos los días... Esto es injusto.

- ¿Si? - Reí al ver como sus ojos se cerraban con sueño - Esta bien, un descanso nos vendría bien.

- No puedo competir contra ti - Volvió a susurrar pasando sus brazos por mi cuello, me mordí el labio inferior el sentir como su fino cuerpo se apegaba más al mio, sus suaves y desnudos pechos se apretaron contra mi - ¡Oye! ¡Dije descanso!

- ¡No puedo hacer nada si estas desnuda y me abrazas de esa manera! - Respondí sonrojando levemente, (T/N) se soltó del agarre dejando a la sabana como una pared entre nosotros.

- Buenas noches.

- Queras decir bueno días - Corregí viendo como el sol daba los primeros rayos de sol, agradecía a Futaba y su novia por llevarse a James ayer en la noche - Voy a bañarme... ¿Quieres venir?

- Estoy durmiendo.

- Bien - Miré al piso en el cual se encontraba toda la ropa regada, las mantas estaban a los pies de la cama en un total desorden y el olor a sexo se sentía en el aire.

Abrí una ventana junto a las cortinas, ordene un poco para luego meterme a la ducha, un baño con agua fría me vendria bien... Muy bien de echo.

Al terminar salí del baño con un pantalón algo holgado, el clima era fresco y algo caluroso por lo que no era necesario usar tanta ropa, miré como (T/N) yacía recostada sobre la cama con sus dos ojos cerrados.

Con cuidado tape su desnudo cuerpo, algunos mechones de su cabello habían quedado pegados a su rostro por el sudor y ahora podía ver con más claridad las marcas sobre su cuerpo.

- (T/N).

- ¿Mm? - Levemente sus ojos se abrieron, el color de ellos me hizo sonreír al instante en que sentí como mi pecho saltaba de felicidad - ¿Que pasa?

- ¿Tienes hambre?

- Mm.. Si, mucha.

- Voy por algo - Susurré dejando un leve beso en la coronilla de su frente - Recuerda lo que te dije ayer...

- Hajime lo se.

Asentí, con cuidado me levante de la cama, al instante los resortes del colchón se liberaron haciendo ese extraño ruido.

Cuando baje a la primera planta Tooru el perro no demoro en correr a mi saludo, le di algo de comida y fui directo a la cocina.

Lo bueno era que no tenia que cocinar, saque ramen instaneas que había en el mueble, no eran la mejor proteína pero quitaban el hambre.

𝘗𝘦𝘲𝘶𝘦ñ𝘰 𝘋𝘪𝘷𝘢𝘬𝘢𝘸𝘢 - 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪 | corrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora