T R E I N T A I U N O - Un VS.

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James - once años.

H A J I M E.

Abrí las cortinas dejando que entrara la poca luz del día, apenas y había podido dormir sabiendo que hoy era el partido.

Mis nervios estaban de punto y no sabía diferencia si era por el encuentro contra Argentina o por saber que hoy Oikawa estaría más cerca de James.

Sin hacer mucho ruido arregle mis cosas, usualmente me gustaba llegar primero a los gimnasios de encuentro, sabía que Kuroo y Miya ya se encontrarían ahí viendo todo lo necesario.

(T/N) seguía totalmente dormido sobre la cama y era normal, sabiendo que ayer había trabajo más de la cuenta, con cuidado me acerqué hasta su cuerpo para depositar un leve beso en su cabello.

Acto seguido tome un bolígrafo y una pequeña hoja.

"Sobró pizza de la noche anterior, está en el horno, recuerda estar en el gimnasio antes de las 2:30

P.D: Trata de no quemar la cocina".

Deseaba con todas mis fuerzas que la casa siguera en pie cuando este de vuelta, sana y salva. Aún con ese extraño sentimiento rondando mi cabeza salí de la pieza.

Bajé las escaleras viendo extrañado como el televisor del living seguía prendido, frente a el un James totalmente despierto y con diferentes paquetes de galletas abiertas se encontraba.

- ¡Papá! - Grito sorprendido al verme, la serie que se mostraba en la pantalla fue rápidamente pausada - Pensé que te levantarias más tarde.

- Hoy es el partido - Respondí dejando el bolso sobre el sillón - ¿Te quedaste toda la noche viendo televisión? - La mirada de James respondió mi pregunta - Después te cuesta dormir.

Regañe yendo a la cocina, la loza de la noche estaba totalmente sucia, suspire arremangando mi camisa hasta mis codos - Estoy bien - contraataco James llegando a mi lado - ¿Te ayudo?

- Ve secando los vasos - Vi como la castaña cabeza de James se movió de afirmación para luego cumplir mi orden.

James había crecido con rapidez, ya no era el pequeño niño que solia pedir cuentos o pedía ayuda con sus problemas... De pronto extraño al bebé que le costaba caminar y parecía borracho.

Había crecido, Oikawa estaba en el país y no sabía de su existencia, mi estomago rechazo esa idea pero a la vez un alivio inundo mi cuerpo, era extraño... Pero con el tiempo me había vuelto tan malditamente egoísta con respecto a mi familia.

- James.

- ¿Si?

- ¿Por qué no vas conmigo a ver el partido? Después de todo te gusta el voleibol.

El pequeño levanto su mirada hasta la mia, al parecer la idea no le resultaba mal, espere impaciente su repuesta - No, le prometí a la abuela Ushijima ayudarle con su jardín... El viejo Takato no me perdonara si falto.

Respire al fin luego de mucho tiempo - Bien... Al menos... Voy a dejarte.

(............)

𝘗𝘦𝘲𝘶𝘦ñ𝘰 𝘋𝘪𝘷𝘢𝘬𝘢𝘸𝘢 - 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪 | corrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora