𝘗𝘦𝘲𝘶𝘦ñ𝘰 𝘋𝘪𝘷𝘢𝘬𝘢𝘸𝘢 - 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪 | corrigiendo

T R E I N T A I C U A T R O - Amigas.

James - Doce años.

( T / N ).

Cepille con algo de desagrado mis dientes, aún tenia ese asquerosos sabor del vomito, había botado todo lo que era mi cena de la noche anterior.

No sabía que sentir, estaba nerviosa, si... Aún no estaba confirmado, pero, la posibilidad de estar embarazada nuevamente era demasiada.

Me enjuague la boca para luego tirar el cepillo al basurero, el frío del baño chocaba directamente con mis piernas y brazos desnudos, gracias al mareo y vomito lo único que alcance a tomar fue la camiseta de Hajime.

Salí el baño caminando entre puntillas, era muy temprano en la mañana pues el sol aún no había aparecido e incluso los pájaros aún no cantaban.

Llegue a la cama soltando un suspiro de alivio al sentir las mantas tan tibias.

Y al instante me apegue al cuerpo de mi esposo, deposite mi rostro en su pecho pasando una pierna por su cintura y sonrei al sentir como él entre sueños me correspondía el abrazo.

Seguía durmiendo, su ceño fruncido y la tranquila respiración me lo confirmaban, aún así levante la mirada para verlo.

Estaba tranquilo, se veía tierno durmiendo tan plácidamente.

Sin notarlo lleve una mano hasta su barbilla.. Un hijo, con Hajime.

- Ojala sean tus ojos - Susurré sintiendo la tranquila respiración, unos segundos después sentí como su brazo se apretó aún más a mi cintura.

Aún sonriendo volví a esconder mi rostro en su pecho e inevitablemente pensé en diferentes niños convinando nuestras características.

Con James nunca pensé en ello, pues algo me decia que saldría igual a Oikawa y no tuve error en eso.

Pero con Hajime, la imaginación de un niño con él era muy grande, sus ojos, dios ojala fueran sus ojos.

(............)

Dejé las llaves de la casa sobre la mesa suspirando de cansancio, el silencio apareció en el lugar aunque rápidos pasitos se hicieron presente, Tooru corrió en mi búsquedad.

- Oí, hola pequeño - El Can, sacó su lengua mientras se desesperaba por mi llegada - Ven - Tomé al perro entre mis manos mientras caminaba en dirección a la cocina.

Paré por completo al ver como dos personas no invitadas se encontraban en el lavaplatos hablando como normalmente lo hacían.

- Nanami, Futaba - Hable llamando la atención de las dos chicas - ¿Que hacen aquí?

Realmente me daba cierto terror que gente entrara a mi casa sin que supiera, Nanami sonrió abiertamente mientras que Futaba se apoyó en la estantería.

- Te estábamos esperando - Respondió la mayor.

- Si, (T/N) ¿Por qué te demoras tanto? Hajime nos dijo que hoy saldrias antes.

- Bueno, algunas cosas se me dificultaron... Eso no importa ¿Que hacen aquí? ¿Como entraron?

Esta vez Futaba sonrió mientras mostraba lo que serian mis llaves de repuesto - Ren me dijo que siempre dejabas una llave extra en la planta fuera de la casa.