𝘗𝘦𝘲𝘶𝘦ñ𝘰 𝘋𝘪𝘷𝘢𝘬𝘢𝘸𝘢 - 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪 | corrigiendo

C U A R E N T A I D O S.

Un final no tan final.

Canción; Say Something - A Great Big World y Christina Aguilera.

James - Catorce años.

Luna - Un año y tres meses.

( T / N ).

- Mamii upa, upa.

- Uno, dos y ¡Arriba! - Grité alzando a Luna entre mis brazos, la pequeña rio alegre mientras extendía ambas manos al aire.

En un fluido movimiento apoye a Luna en mi cadera, le hize un par de lindas muecas para hacerla reir y distraerla del aburrimiento.

Aunque la verdad estaba algo estresada.

- ¿Donde dejé mi teléfono? - Pregunté al aire sabiendo que nadie me iba a responder.

Hoy era el día que se inauguraban los juegos olímpicos en Tokio, Hajime como buen entrenador se había ido bastante temprano en la mañana para ver cualquier cosa.

Encontré mi celular en la isla de la cocina y sin más lo tome entre mis manos marcando al primer número que me apareció en "recientes".

Lo puse en altavoz mientras volvía al living viendo si llevaba todo lo necesario para el día.

- Pañales, biberones, algunas mamaderas y...

- ¡Titi witi! - El repentino grito de Luna me hizo mirar el piso, en el se encontraba un lindo peluche del teletubbie morado, regalo de Oikawa el cual lo había mandado de Argentina.

- Eso faltaba - Susurré bajando y tomando el peluche - Ten Luna y no lo sueltes.

Obedientemente la pequeña asintió abrazando con mucha fuerte del teletubbie entre sus brazos, su cabellera castaña estaba bien peinada en dos coletas altas mientras llevaba unas lindas medias azules con estampados de paw patrol.

- ¿Mamá? ¿Hola?

Deje a Luna en el pequeño corral de la casa, mientras metía otra camisa en mi bolso y mirada el celular con el nombre de James Potter en el.

- Si, aquí estoy... ¿Ya llegaron? No quise llamar a Hajime, pero vamos en camino.

- Si llegamos hace un rato, no he visto a ninguno de los... ¿Y tu Ren?

- Mmm, no.

- Bien, nos vemos allá, Luna y yo vamos en camino... Oh y James.

- ¿Si?

- ¿Ya le dijiste a Ren?

- ¿Decirme qué? - Se escuchó desde el otro lado.

- ¡Mamá!

- ¿Decirme qué? - Volvió a cuestionar el pelinegro, de fondo de escuchaba algunas conversaciones agenas y el ruido de más personas.

- ¡Nada de nada! ¡Nos vemos mamá!

- ¿Decirme q--