Capítulo XXXV. Ahora es toda tuya.
Cuando llegaron, Selene dejó a Katsa en la sala de espera, ella mientras iría a hablar con Giovanni para informarse del estado de ambos, León y Marcus.
Al quedarse sola, salvo por un chico joven que estaba sentado a su lado, Katsa se vino abajo. No sabía qué hacer o cómo seguir adelante, ni siquiera sabía si podría continuar con su vida sin él, sin Logan. Toda su vida giraba alrededor de él, todo. Con él se iba al Instituto y volvía de él, con él se iba a correr, con él, en ocasiones, estudiaba. Con él lo hacía todo, hasta que él dijo basta.
Katsa no dejaba de pensar qué podía haber hecho mal para que toda aquella situación se hubiera teñido de negro, pero lo único que obtenía como respuesta era una pregunta: ¿Acaso has hecho algo bien?
Aquella pregunta se aparecía una y otra en su cabeza, hasta el punto de provocarle dolor de cabeza.
Pero era cierto, no podía pensar qué había hecho mal cuando la realidad es que no había hecho nada bien. Ella había permitido que ocurriera todo esto. Por ella Marcus estaba herido, si ella no le hubiera insistido tanto para que le contara el porqué de aquellas imágenes con Alessia, quizás ahora estaría vivo. Por ella León estaba metido en todo esto de LAMO. De hecho, todos sus miembros estaban ahí por ella. De no ser por ella, esa liga no se había creado, Marcus y León no estarían debatiéndose entre la vida y la muerte, Selene viviría feliz y junto a su madre, y Logan, él estaría con ella y no la habría abandonado de esa manera.
- No todo el mérito es tuyo. – escuchó cómo le decía la voz de un hombre.
Al girarse hacia su derecha, vio que se trataba del chico que estaba sentado a su lado. Era de tez clara, ojos de un tono gris perla y cabello plateado.
Le sorprendió que fuera él quien le había dicho aquello, ya que no lo conocía y su voz, profunda y llena de sabiduría, no se correspondía con su aspecto casi angelical.
- ¿Disculpe? – preguntó Katsa incorporándose en la silla.
- Me puedes tutear. – le dijo el chico –. Digo que no todo el mérito de esto es tuyo. Sí que todos estamos aquí por ti, pero tú, a su vez, estás aquí por Alessia. Así que, la culpable directa de todo esto, no eres tú.
Aquello lo sorprendió escucharlo, ya que estaba acostumbrada a pensar que ella era siempre la causante de todo, lo que, en cierto modo, le llevaba a ser algo egocéntrica, ya que, pensando que todo era culpa suya, daba a entender que, aunque fuera para lo malo, todo giraba alrededor de ella, y lo cierto es que no era así, sólo que ella no se había dado cuenta hasta ese momento.
Era cierto, quizás aquella liga se creara por ella, para protegerla, pero si ella se encontraba allí, atrayendo consigo a los demás, era a causa de Alessia.
- Gracias. – le dijo Katsa con una sonrisa costosa.
- ¿Por decirte la verdad? – le preguntó el chico girándose sobre la silla para mirarla mejor.
- Por abrirme los ojos y no decirme lo que quería escuchar.
- Yo no estoy aquí para decirte lo que quieres escuchar, ya que eso es lo que piensas tú, estoy aquí para decirte la verdad, incluso aunque duela. – le dijo acariciándole la mano más cercana.
Al hacer contacto con su mano, Katsa se llenó de paz y esperanza, la misma que había perdido desde hacía tiempo y que, por mucho que dijera, o por mucho que prometiera, nunca había conseguido recuperar. Hasta ese momento.
Sintiendo tanta paz, Katsa se vio impulsada a cerrar los ojos. No quería hacerlo, pero por alguna extraña razón, lo hizo y, al hacerlo, imágenes comenzaron a pasar por su cabeza: imágenes de ella ayudando desinteresadamente a personas desconocidas, ayudando a alguno de sus compañeros de clase, amigos, familiares, sonriendo de tal forma que la sonrisa le llegara a los ojos, ayudando a León cuando luchó con él y creyó que era del bando oscuro, ayudando a Selene cuando su hermana la secuestro y aún no la conocía. Todas y cada una de las imágenes eran de ella, haciendo algo noble y valeroso.
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La chica del Dragón [TERMINADA]
Fantasy¿Alguna vez te has preguntado cómo sería tu vida si sufriese un cambio que la cambiase por completo?, ¿cómo sería si fueses de otra manera?, ¿si fueses un súper héroe o especial?... Éstas y muchas otras preguntas se hacía una chica normal, como tú...