Capítulo XXVIII. Un problema trae siempre algo bueno.
La media hora de entrenamiento de lucha con León había terminado satisfactoriamente, aunque Katsa se había quedado con ganas de practicar golpes y no sólo bloqueos, aunque le había gustado.
León le había enseñado cómo bloquear los golpes, y a esquivar, ya que, según le había dicho, a veces la mejor defensa es no estar donde van a dar el golpe. Al igual que le había dicho que, la mayoría de las personas al pelear, lo que más protegen es su rostro, por lo que debería aprovecharlo cuando así sucediera y golpear a la boca del estómago de su oponte, así le sacaría el aire y le daría bastante ventaja. De igual modo, le había enseñado a bloquear golpes dirigidos a su rostro y estómago, e incluso a bloquear patadas.
Tanto Katsa como Logan se habían entretenido mucho en la clase, y más estando juntos y gastándose bromas a veces. Sin embargo, Selene y León eran los que más habían disfrutado de aquella clase. León no dejaba de reírse y mirarla cuando la tenía frente a frente, casi pegados, notando la respiración acelerada de Selene. Aquello le encantaba.
Una vez hubieron terminado el entrenamiento de lucha, se dispusieron a comenzar con la clase de poderes. Katsa también estaba ansiosa por comenzar con aquella clase.
Selene los llevó hacia la sala donde sus clases se iban a llevar a cabo: una de las más apartadas.
- Entrad. – les dijo Selene mientras abría la puerta y la sujetaba para que entraran.
- Yo si quieres los espero fuera – le dijo León al pasar por su lado – hasta que termines tu clase.
- No, no, te puedes quedar, puedes esperar dentro. – le dijo sonriendo nerviosa.
- Está bien, esperaré dentro. – le dijo devolviéndole la sonrisa.
Así pues, los cuatro entraron en aquella sala, la cual dentro, había otra sala, formada por cuatro paredes de cristal ignífugo. “Que optimistas”: pensó irónicamente Katsa. Sí que era cierto que no sabía controlarlo totalmente, pero la última vez sí lo había conseguido, con el fuego al menos, pese aunque fuera tras varios intentos.
Dentro de la caja, Katsa pudo ver que había colchonetas y tablones de madera. Algo inapropiado teniendo en cuenta que crearía fuego. Aunque también había extintores. Eran previsores.
- Katsa – llamó Selene – entra y colócate en el centro.
- ¿Dónde nos ponemos nosotros? – preguntó León.
- Mejor será que os quedéis fuera. – dijo entrando tras Katsa.
Logan y León se quedaron fuera, pero cerca de aquella caja de cristal, que al fin y al cabo, era lo que era.
Katsa se posicionó donde Selene le indicó y, antes de comenzar, se quitó nuevamente la chaqueta del chándal, ya que, tras terminar el entrenamiento y salir de aquella sala, tenía mucho frío. Sin embargo, sabía que ahora no la necesitaría.
Selene comenzó a colocar unas dianas en la pared que Katsa tenía en frente, cinco para ser exactos, con una distancia de más de medio metro entre una y la siguiente. Aquella sala de cristal era enorme y espaciosa, justo lo que necesitaba.
- Imagino que sabrás lo que quiero que hagas. – afirmó Selene.
- Sí. Y yo imagino que no importa si no acierto verdad. – dijo haciendo referencia a si daba en el cristal.
- No, tranquila, no pasará nada. – dijo sonriéndole –. Aunque necesitaremos esto por si aciertas – dijo cogiendo un extintor – no podemos dejar que las dianas se quemen.
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La chica del Dragón [TERMINADA]
Fantasía¿Alguna vez te has preguntado cómo sería tu vida si sufriese un cambio que la cambiase por completo?, ¿cómo sería si fueses de otra manera?, ¿si fueses un súper héroe o especial?... Éstas y muchas otras preguntas se hacía una chica normal, como tú...