Capítulo XXI. Algo ansiado pero inesperado.
Como cada mañana, la canción que tenía como alarma, hacía su entrada en su pabellón auricular.
Dicha canción, era una de sus favoritas, de piano también: Mahari, de Fase; por lo que la melodía, no le estresaba, sino que le relajaba, aunque fuera mientras se despertaba.
Katsa sacó su brazo derecho de entre las sábanas y apagó la alarma. Por un momento, que ella creyó que fueron minutos, se quedó dormida, tan sólo fueron segundos. Salió rápidamente de la cama, pero no fue hasta que miró el reloj y vio que tan sólo había pasado un minuto, que se tranquilizó. Aún adormilada, se dirigió hacia el armario para escoger la ropa: unos pantalones pitillos, una camiseta de tirantes gruesos, una camiseta básica de manga larga y, encima, un jersey de punto que le llegaba por encima de las rodillas, luego se pondría un abrigo blanco. Entró en el baño y se preparó.
Cuando salió, salió con la pastilla en la mano y se dirigió a su mesita para mirar lo que debía desayunar, prácticamente lo mismo que todos los días, aunque hoy cambiaba un poco: bebida de soja, zumo natural y cereales integrales o 5 galletas integrales.
Cuando hubo terminado de desayunar, se tomó los sobres y subió a su cuarto de baño para cepillarse los dientes. Al salir de la habitación, y para su sorpresa, su madre ya estaba despierta.
- ¿Qué haces ya despierta? – susurró Katsa mientras le besaba la mejilla.
- No podía dormir bien, así que he preferido salir de la cama. – dijo su madre sonriendo.
- No habrá sido a causa de mi hermanito o hermanita, ¿verdad? – preguntó Katsa mientras bajaba las escaleras detrás de su madre.
- Sí. – contestó su madre frotándose el vientre –. Pero créeme, comparado contigo, esto no es nada.
- ¿Insinúas que te doy tormento? – preguntó levantando una ceja.
- No, insinúo que tú me dabas más tormento dentro del vientre que ahora tu hermanito o hermanita. – contestó cogiendo la mochila de Katsa de la entrada para entregársela.
- Ya, y por eso me echas, ¿no? – dijo comenzando a reír –. Hoy tenías médico, ¿no?
- Sí, en dos horas tengo que estar allí. – dijo mirando el reloj.
- Oh, ¿me estabas echando sin saber la hora que era? – preguntó Katsa fingiendo indignación.
- No, sólo me aseguraba. – contestó guiñándole un ojo –. Anda, vete ya y ten cuidado.
- A sus órdenes. – dijo Katsa poniéndose recta y haciendo el saludo de los militares.
- Como tu hermana o hermano sea así… no sé cómo aguantaré a dos. – dijo la madre bromeando.
- Pues queriéndonos. – contestó con una amplia sonrisa mientras se colocaba la mochila –. ¿Me enviarás un mensaje después del médico?
- ¿No prefieres que te lo diga en persona?
- La verdad es que sí, pero no creo que pueda aguantar, y menos sí tienes que ir a casa de la tía y te veré luego a las ocho.
- Entonces te envió un mensaje. – finalizó su madre antes de darle dos besos.
Katsa se despidió de su madre con la mano mientras bajaba las escaleras para encontrarse con Logan.
- Lo siento, estábamos hablando del bebé, hoy le hacen la ecografía de los cinco meses y por fin sabremos el sexo del bebé. – dijo exagerando esto último con las manos.
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La chica del Dragón [TERMINADA]
Fantasi¿Alguna vez te has preguntado cómo sería tu vida si sufriese un cambio que la cambiase por completo?, ¿cómo sería si fueses de otra manera?, ¿si fueses un súper héroe o especial?... Éstas y muchas otras preguntas se hacía una chica normal, como tú...