Capítulo 18. Cómo crearlo sin ira.

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Capítulo XVIII. Cómo crearlo sin ira.

Los tres permanecieron en silencio durante el viaje, ninguno emitió palabra alguna ni sonido alguno, ni tan sólo movimientos, sólo Selene al girar el volante y meter las marchas del coche, por lo demás, nadie se movía, permanecían completamente inmóviles.

Cuando Selene aparcó el coche, Katsa se estremeció al ver el lugar: era un almacén abandonado.

Katsa, al bajar del coche, miró detenidamente el almacén, estaban en la parte trasera, lo sabía por había dos puertas, una pequeña, la de servicio, y otra enorme, por donde entraban y salían los camiones. Al bajar Logan, cogió la mano de Katsa para calmarla, ella lo miró y le sonrió agradecida por estar con ella.

Selene aún permanecía en silencio, no decía nada, sólo les hacía gestos para que la siguieran, indicarles por dónde entrar y, una vez dentro, les indicó que no se movieran de allí.

Era por la tarde, sin embargo, no se veía nada, las ventanas estaban tapadas, al menos las pocas que había; las puertas también estaban cerradas y las luces no estaban encendidas.

Katsa, mientras Selene hacía algo, seguía con su mano derecha unida a la de Logan, no se habían soltado en ningún momento. Ambos permanecían quietos, observando aquel lugar. Al no verse nada, cerraban un poco los ojos para ver mejor, hasta que se escuchó un fuerte estruendo y las luces se encendieron, en aquel momento se dieron cuenta de dónde estaban: un almacén equipado con todo tipo de aparatos para entrenar y las paredes estaban cubiertas por colchonetas, por eso no podían ver.

Selene regresó con los chicos, los cuales, asombrados, seguían observando el lugar.

- Lo he preparado especialmente para ti. – dijo Selene acercándose y quitándose la chaqueta, quedándose en una camiseta de tirantes gruesos.

- ¿Cómo? – dijo Katsa mirándola extrañada.

- Las colchonetas. – dijo señalándolas –. Las he puesto así por si el fuego se descontrola y lanzas bolas de fuego a diestro y siniestro, alguna podría salir por alguna ventana y alguien lo vería, por no decir que quemarías el campo.

- Genial, era justo lo que necesitaba oír. – dijo sonriendo irónicamente.

- Tranquila, no pasará nada de eso. – le dijo Logan en un susurro.

Selene le hizo un gesto a Katsa para que avanzara al lado de ella, obedeció inmediatamente. Con otro gesto, le indicó que se quitara la chaqueta, cosa que, muy a su pesar, ya que tenía frío, hizo inmediatamente. Se la quitó y se la lanzó a Logan mientras le guiñaba un ojo. Logan le sonrió.

Selene volvió a mirarla y, con un gesto nuevamente, le indicó que se quitara el jersey que llevaba. Katsa la miró con mala cara.

- No me mires así. – dijo Selene sonriendo –. Necesito verte la marca bien, y además, pasarás calor al crear fuego y vas a quemarte las mangas. – dijo esto último en tono burlón.

Katsa iba a contestarle, pero al decirle esto último, se dio cuenta de que llevaba razón: podía quemarse las mangas del jersey.

Katsa se quedó con un camiseta larga gris, la cual se quitó antes de Selene le dijera algo, quedándose así en una camiseta de tirantes finos de color gris.

Cuando se hubo quitado todas las prendas posibles y se las lanzó a Logan, Selene se acercó a ella y la tomó por las manos, con las palmas hacia arriba.

- He estado leyendo el libro, y de entre las cosas que la chica del Dragón puede hacer, cosa de la que hablaremos la semana que viene – explicó al ver la cara de Katsa – ninguna nombra que pueda crear fuego, ni si quiera lo mencionan. – dijo seriamente.

La chica del Dragón [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora