La chica del Dragón [TERMINADA]

Capítulo 24. Tres errores frente a uno mayor.

Capítulo XXIV. Tres errores frente a uno mayor. 

Hoy, martes día 3 de diciembre, comenzaría su entrenamiento, o eso pensaba ella, por lo que, el día anterior, había preferido irse a descansar que permanecer con Logan. Esperaba que esto, el tener que anteponer el descanso para el entrenamiento a estar junto a Logan, no volviera a ocurrir, o al menos no ocurriera mucho.

Después de la película, Katsa se había quedado hablando con Logan, pero, pronto, el cansancio se hizo presente. Logan, habiéndose dado cuenta, le dijo a Katsa que tenía sueño y quería dormirse, mentira, pero sabía que si le decía la verdad, que era para que ella pudiera descansar, ella lo negaría y no aceptaría, por lo que decidió ir a lo seguro. Obviamente, le funcionó.

Katsa se había despertado con mucha energía, tenía ganas de comenzar con el entrenamiento. Hoy volvería a practicar lucha cuerpo a cuerpo, o quizás con espadas o pistolas, o quizás incluso practicara poderes. Hablando de poderes, debería mirar el libro, quizás alguna chica del Dragón anterior había tenido algún tipo de poder, cualquiera, lo que esperaba es que fuera así, eso le ayudaría mucho. Pero ahora no podía hacerlo, debía ir a clase.

Hoy le apetecía un estilo deportivo, por lo que se puso una sudadera gap rosa, unos pantalones vaqueros pitillo y unas converses all star rosas. Debajo de la sudadera, se pondría una camiseta básica de tirantes y otra larga, ya que, la sudadera, era muy calentita, pero el frío que era algo mayor que el calor que proporcionaba ésta, pero con una camiseta larga se arreglaba.

Cuando Katsa salió de su casa, Logan ya estaba ahí esperándola como siempre.

- ¿Cómo estás?, ¿has dormido bien? – le preguntó cuando terminó de bajar las escaleras.

- Bien y sí. – dijo sonriendo mientras le daba dos besos –. ¿Y tú?

- Estoy bien y he dormido bien, algo inquieto, pero bien. – dijo comenzando a caminar.

- ¿Y a qué se ha debido?

- Imagino que por ti. – dijo inconscientemente –. O sea, no me refería a ti en sí, sino a por ti de por tus entrenamientos, no quiero decir que me preocupe, o sea, sí, pero sé que lo vas a hacer bien, pero aun así me preocupa. – dijo rápida y nerviosamente.

- Tranquilo. – dijo Katsa riendo –. No tienes por qué ponerte tan nervioso, me he imaginado a la primera a lo que te referías.

- Podrías haberlo dicho antes. – dijo riendo con ella.

- ¿Y perderme tu explicación tan detallada? No, gracias. – dijo riendo más fuerte.

- Tú ríete a gusto, ya llorarás por mí.

- Espero que no. – Logan la miró con incomprensión –. Me refiero a que espero que nunca llegue a llorar por ti, sea porque me hagas daño, cosa que no creo, o porque ya no estés conmigo.

- Nunca ocurrirá eso, nunca. – dijo mirándola directamente a los ojos y cogiéndole la mano.

Katsa estaba más roja que la sudadera que Logan llevaba, gap, como la suya. A decir verdad, parecía que se había puesto de acuerdo, ya que ambos llevaban sendas sudaderas gap, él roja y ella rosa, ambos llevaban pantalones vaqueros, él algo anchos y ella pitillos, y ambos llevaban converse all star, él rojas y ella rosas, como sus respectivas sudaderas. Casi parecía hecho a posta.

Sin haberse dado cuenta, caminaron hasta el instituto de la mano. Al llegar, Melinda les miró las manos fijamente, sonriendo, en aquel momento fue cuando ambos se percataron.

Estaban tan cómodos, que durante el camino no se habían percatado de que sus manos seguían unidas. Seguían hablando de sus cosas, de las clases… y aun así, no se dieron cuenta.