Capítulo LX. No puede ser verdad.
Cuando la tarde llegó, siendo la hora de irse con Ethan para así poder entrenar, Katsa se encontraba en la cama, habiéndose quedado dormida tras más de media hora llorando. Entrenar no era una buena idea entonces.
Mientras Katsa estuvo llorando en la cama, Logan siguió encerrado en el baño, quizá escuchándola llorar y no queriendo salir para contemplarla de aquella forma, ya que no podría con ello.
Pese a estar dormida, Katsa podía notar cómo sus ojos estaban hinchados por haber llorado tanto, así como sentía el dolor que su cabeza desprendía. No se encontraba tan relajada como parecía a simple vista.
En aquel momento, tres golpes en la puerta de la habitación del hotel hicieron que Logan saliera del baño para así dirigirse hacia la puerta y abrir, ya que sabía que Katsa, pese a que estuviera despierta, no lo haría. Nunca quería que la vieran triste o derrumbada.
Sin embargo, Logan no contó con que, al salir del baño, Katsa estuviera en la cama tumbada, de medio lado y abrazándose como si tuviera frío. Pero no era calor lo que necesitaba, era cariño.
Rechazando el impulso de darle un beso en la frente, ya que no le creía correcto teniendo en cuenta la actitud anterior de Katsa, además de que ni siquiera sabía cómo podría reaccionar esta misma, salió de la habitación frotándose los ojos y secándose las mejillas con las mangas de su jersey blanco.
- Hola, Logan. – dijo Ethan alegremente cuando éste le abrió la puerta.
Sin responderle, Logan se hizo a un lado para que pudiera pasar, y, cuando así lo hizo y estuvo dentro del salón, cerró la puerta y se giró hacia Ethan.
- ¿Listos para el entrenamiento? – le preguntó sonriendo y mirando a su alrededor –. ¿Dónde está Katsa? – preguntó al no verla.
- Está en la habitación. – dijo Logan con la voz cortada, señalando hacia la puerta de la habitación.
Ethan no entendía nada, se encontraba desorientado. ¿Acaso habrían tenido otra discusión a causa de él mismo?
- Logan – llamó preocupado – ¿te encuentras bien?
- Entra y despiértala si quieres. – dijo ignorando su pregunta y su preocupación, de la cual dudaba que fuera cierta –. Yo no voy a ir al entrenamiento. – dijo sentándose en el sofá y cogiendo el mando de la televisión.
Entendiendo cada vez menos de aquella situación, pero esperando que Katsa pudiera resolverle toda duda, se dirigió hacia la habitación, encontrándose a una Katsa con un rostro completamente angelical. No obstante, su expresión, pese a estar dormida, mostraba dolor. Reflejaba pena.
Acercándose al lateral derecho de la cama, puesto que el cuerpo de Katsa se orientaba hacia ese lado, se sentó con sumo cuidado en la cama y se inclinó hacia ella para así poder despertarla.
- Katsa. – llamó en un susurro mientras le movía lentamente el brazo derecho –. Katsa, soy Ethan. – dijo subiendo un poco el volumen de su voz.
Comenzando a abrir los ojos lentamente, puesto que casi ni sentía sus párpados, más bien, le pesaban, hizo una mueca en señal de que algo le molestaba. Y, teniendo en cuenta la cuestión de los párpados y el dolor de cabeza, así era.
Incorporándose lentamente en la cama, y con la ayuda de Ethan, el cual se fue incorporando al tiempo que la ayudaba a ella a hacerlo, se frotó las mejillas con la manga de su jersey, ya que aún tenía la sensación de que hubieran caído lágrimas recientemente. Y no se equivocaba del todo.
- ¿Qué haces tú aquí? – le preguntó Katsa mientras se sentaba a lo indio con la voz entrecortada.
- He venido a buscaros como no aparecíais. – le respondió colocándose a su lado –. ¿Ha pasado algo entre tú y Logan?, Kat.
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La chica del Dragón [TERMINADA]
Fantasy¿Alguna vez te has preguntado cómo sería tu vida si sufriese un cambio que la cambiase por completo?, ¿cómo sería si fueses de otra manera?, ¿si fueses un súper héroe o especial?... Éstas y muchas otras preguntas se hacía una chica normal, como tú...