Capítulo LXIV. Vuelve.
Cuando aquella onda expansiva hizo que recularan varios metros hacia atrás, lo que le causó más daño no fue caer al suelo en sí desde tanta altura y tan lejos, sino que fue caer estando sentada en una silla de madera. Al romperse, los pedazos se clavaron en la espalda de Selene como fuertes puñetazos dados por un gigante. O al menos así se imaginaba ella que podría ser.
Pasaron unos segundos hasta que pudo reaccionar y, sin ver con claridad, distinguir dos formas, viendo que una golpeaba a otra repetidas veces y casi no la dejaba ni tocar el suelo. Recordando el malestar de Logan, se hacía una pequeña idea de quiénes eran y qué estaban haciendo.
- No eres tú misma. – le dijo Jack removiéndose en el suelo.
Que no era ella misma cualquiera podía notarlo, no solo porque sus ojos no fueran los suyos, sino también porque, esa fuerza, no era la suya. ¿Cómo iba una chica de una fuerza media a levantar a un hombre agarrándolo por el cuello? Ante esto, Selene deseó que no fuera demasiado tarde.
Sin hacer caso a sus palabras, Katsa caminó hacia Jack con paso firme, sin apartar la mirada, haciendo que este temiera cada vez más por su vida y reculara como podía. Intentaba incluso teletransportarse, pero el miedo se lo impedía. No podía concentrarse en un punto o en mover todo su cuerpo. Si no podía hacerlo ni con sus piernas, mucho menos con sus poderes.
Como era de esperar, en menos tiempo de lo que él había tardado en alejarse medio metro Katsa llegó hasta él. Sin esfuerzo alguno, lo cogió del tobillo derecho y lo hizo girar en el aire, una vuelta completa, y lo lanzó hacia una de las columnas, impactando en ella de espaldas. Si hubiera estado más consciente en ese momento, habría podido cambiar la columna de sitio, pero no estaba en condiciones de teletransportar ni a una hormiga.
De nuevo, Katsa fue hacia él, agarrándolo esta vez del brazo derecho y lanzándolo otra vez hacia otra columna. En esa ocasión, el sonido que provocó el impacto fue incluso más atronador que la vez anterior. Cuanto más daño le proporcionaba más se alimentaba su odio hacia él, lo cual llevaba a un aumento de su fuerza.
Conociendo la situación, uno sabía decir, pese a todo, quién era el bueno y quién el malo, pero cualquiera que pasara por allí y los viera, no iría precisamente a ayudar a una joven que, sorprendentemente, estaba golpeando con firmeza y sin sacrificio a un hombre que le doblaba la edad y la superaba en fuerza. En realidad, ni siquiera los que tenían conocimiento de la situación irían a ayudarla a golpear al malo debilitado e indefenso, puesto que también sabía cómo era ella, y, en aquel momento, Katsa no era Katsa.
- Lo vas a matar. – le dijo Selene viendo cómo Jack casi ni podía moverse.
- ¿Quién ha dicho que no sea lo que quiero? – pronunciaron los labios de Katsa.
- Tú. – respondió Selene –. Te conozco, y sé que no hay nada que lamentarías más que arrebatar una vida. Tú no eres así.
Ignorando sus palabras, Katsa cogió de nuevo a Jack, quien entonces no opuso resistencia alguna. Lo miró de arriba abajo, viendo cómo no era ni siquiera capaz de mantener su cuerpo o su cabeza, y mucho menos de abrir los ojos. En ese mismo instante, sus ojos se cerraron y Katsa cayó al suelo, haciendo que Jack también cayera.
- Si tú no eres capaz de parar, lo haré yo. Sé que sigues aquí.
- Casi mata a Logan, Leila. – dijo Katsa sollozando –. No sé cómo puedo seguir si él...
Katsa no fue capaz de terminar la frase. Ni siquiera en una ensoñación provocada por Leila podía ser capaz de decirlo.
- Te entiendo, pero no puedes quitar millones de vidas por una sola. – le explicó mientras se acercaba a ella –. No tenemos tiempo, Katsa, el Dragón Oscuro está empezando a abrirse paso, y únicamente tú puedes expulsarlo.
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La chica del Dragón [TERMINADA]
Fantasy¿Alguna vez te has preguntado cómo sería tu vida si sufriese un cambio que la cambiase por completo?, ¿cómo sería si fueses de otra manera?, ¿si fueses un súper héroe o especial?... Éstas y muchas otras preguntas se hacía una chica normal, como tú...