Capítulo 32. Esto ya es personal.

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Capítulo XXXII. Esto ya es la personal.

Tras salir de la habitación en la que Logan se encontraba, Selene se dirigió de nuevo a la habitación de León para avisarle de que Katsa ya había despertado.

Durante el camino de una habitación a otra, Selene no dejó de vigilar su flanco derecho e izquierdo, mirando a veces hacia atrás, no quería un ataque sorpresa.

Asimismo, no dejaba de pensar en la situación que estaba viviendo en aquel instante, y todo a causa de su hermana. Ella, Alessia, era quien había puesto su mundo patas arriba, quien la había separado de su madre y por lo que, ésta, había muerto, ya que, quizás si ella, Selene, hubiera estado ahí cuando ocurrió, podría haberlo impedido. Era pequeña aún y no muy hábil en lo que a lucha respecta, pero por su madre era capaz de cualquier cosa.

Llegando a la habitación, se encontró con Marcus, el cual llevaba una rosa negra.

- ¿Dónde vas con esa rosa negra? – le preguntó Selene señalando la rosa.

- Es para Katsa. Sé que son sus favoritas y seguro que le anima un poco. – dijo sonriendo al mirar la rosa.

- Te preguntará que cómo lo sabes, le mentirás, se dará cuenta y te obligará a contarle la verdad.

- ¿Y qué? – preguntó Marcus levantando los hombros.          

- Que se pondrá hecha una furia cuando le digas que la vigilamos, lo que lleva a que se acordará de cuando la atacaron aquellos hombres en el parque. No la ayudamos, Marcus. – dijo mirándolo seria.

- Lo sé, pero todo el mundo aquí sabe por qué fue. – dijo oliendo la rosa.

- Tiene que aprender a defenderse sola. – dijo Selene afirmándolo.

- Así es. Llegará el día en el que no estaremos con ella y tendrá que enfrentarse sola a un problema.

- Lo sé. – dijo Selene bajando la mirada.

- No puedes estar en todas partes, junto a ella. – dijo para animarla, levantándole de nuevo el rostro por el mentón.

- Pero sí puedo estarlo ahora, y tú me lo quieres impedir. – dijo apartando su mano suavemente.

- Eso lo hago por tu bien.

- No, por mi bien sería que me dejaras con ella. Marcus, ella me necesita. – dijo Selene mirándolo suplicante.

- ¿Ella te necesita o tú la necesitas a ella? – preguntó Marcus levantando una ceja.

- ¿A qué te refieres? – preguntó confusa.

- Sabes a lo que me refiero, Selene. Desde el día que la encontraste, sentiste una necesidad de cuidarla y protegerla a toda cosa, ante todos. Justo lo que no pudiste hacer con tu hermana. – contestó Marcus mirándola con tristeza.

- ¿Me lo estás echando en cara? – preguntó ofendida y molesta.

- No, no, claro que no. – dijo rápidamente –. No quería decir eso, Selene, quería decir que sientes que ella es tu segunda oportunidad para compensar que no pudieras ayudar a tu hermana, algo por lo que te sientes culpable, pero no fue culpa tuya. Eras pequeña, no podías hacer nada.

- No tienes ni idea de nada. No entiendes nada. – dijo Selene con lágrimas en los ojos.

- Haz que lo entienda entonces. – dijo Marcus convencido.

- Esa chica está aquí y así por culpa de mi hermana, y desde que me conoció no he hecho otra cosa que empeorar su vida. Me salvó la vida, Marcus, y ni siquiera me conocía o sabía si realmente era de los buenos, sólo se dejó llevar por su corazón. – dijo dejando salir algunas de las lágrimas –. Si quiero protegerla tanto y estar con ella, no es para compensar que no pudiera ayudar a mi hermana, sino por necesidad, necesito estar con ella, saber que está bien y que no le ocurre nada malo. Ser como la hermana mayor que nunca tuvo y ayudarla en su misión.

La chica del Dragón [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora