Capítulo XVII. La vida es paciencia.
La mañana había pasado rápidamente, al menos desde que Katsa llegó a casa y se quedó dormida mientras veía una película, desde ahí todo pasó más rápido.
Kahlan, antes de que Katsa estuviera en el Hospital, le comunicó que se ausentaría desde la una hasta la siete o quizás las ocho, y así había sido durante la semana y media que estuvo en el Hospital, ya que no podía ir a verla, prefería estar con su hermana antes que quedarse en casa y que todo le recordara a Katsa y que ella se encontraba en el Hospital, inconsciente. Hoy el día, no iba a ser diferente.
La hermana de Kahlan había empeorado, prácticamente no podía estar sola, no podía realizar nada sola, Kahlan debía ayudarla. Igualmente, Kahlan no sabía si ir con su hermana o quedarse con su hija, por eso decidió que lo mejor era llevarse a Katsa con ella. Así pues, fue a despertarla, pues pensaba que ésta dormía en su habitación, pero no era así, al menos no del todo.
Cuando Kahlan fue a la habitación, vio su cama vacía, en un principio se asustó, pero por otro lado pensó en que, Katsa, siempre que iba a algún lado y no había avisado antes por algún motivo, dejaba una nota avisando de dónde había ido o dónde iba a estar, y no había visto ninguna nota en su mesilla.
Bajó las escaleras y miró en todas los lugares de la planta baja, mirando por último lugar en el salón, donde se encontraba Katsa dormida en el sofá con el mando de la televisión en la mano y una película puesta en la televisión que ya había terminado, estaban los títulos de crédito. La vio tan tranquila y relajada que decidió no despertarla para que siguiera descansando, más tarde la despertaría, si ella no se despertaba antes.
Kahlan fue hacia la cocina para prepararse el desayuno, cuando estuviera listo la despertaría, quería que comenzara ya su dieta, por lo que fue de nuevo a su habitación, esta vez para mirar la dieta, lo que debía desayunar hoy.
Mientras Kahlan estaba mirando la dieta, Katsa se despertó. Lo primero que hizo fue mirar la hora, para después mirar por la ventana, a todos lados, tenía miedo de que la hubieran seguido.
Kahlan bajaba las escaleras cuando Katsa salía por la puerta del salón.
- ¡Dios, me has asustado, mamá! – dijo poniéndose la mano en el pecho.
- Lo siento, cariño. – dijo la madre acariciándole el brazo.
- Tranquila, no ha sido tu culpa. – dijo sonriéndole.
- Había subido para mirar lo que tenías que desayunar, quiero que empieces hoy. – dijo caminando hacia la cocina seguida por Katsa.
- Ya he desayunado, mamá. – dijo sentándose en la mesa mientras se frotaba los ojos –. Me he levantado a la hora de siempre, se me olvidó apagar la alarma y decidí desayunar. – no había mentido del todo.
- Mejor, así podrás ir arreglándote mientras yo desayuno.
- ¿Arreglarme para qué? – preguntó confusa.
- ¿Te acuerdas que te dije que tu tía sufría vértigos e iría desde la una hasta las siete o las ocho de la tarde a su casa? – Katsa asintió confusa –. Pues mientras estaba en el Hospital he ido, ya que no podía ir a verte, y tu tía ha empeorado, así que no puedo dejarla sola, pero tampoco quiero dejarte sola a ti, así que te vendrás conmigo.
- ¿Qué? – dijo Katsa levantándose –. ¿No puedo quedarme aquí?, por favor. – dijo apoyándose en la isla de la cocina.
- Es que no quiero que estés sola, ¿y si te pasara algo?
- No voy a estar sola – dijo sin pensar, no podía decirle lo que tenía que hacer hoy – Logan estará conmigo. – tampoco había mentido del todo, pero por segunda vez se sentía mal por haberlo hecho.
ESTÁS LEYENDO
La chica del Dragón [TERMINADA]
Fantasía¿Alguna vez te has preguntado cómo sería tu vida si sufriese un cambio que la cambiase por completo?, ¿cómo sería si fueses de otra manera?, ¿si fueses un súper héroe o especial?... Éstas y muchas otras preguntas se hacía una chica normal, como tú...