El martes que Misato llegó a su lugar de trabajo, entro a la oficina de su jefe para preparar algunos documentos, le sorprendió no encontrar la baguete justo donde la había dejado el día anterior, ¿será que si la había comido?, después le preguntaría, pero no tuvo oportunidad.
La semana trascurrió lenta y tediosa y Nanami paso la mayoría de los días afuera o en juntas, pocas veces lo encontró en su oficina y solo cruzaban palabras como "por favor entregue esto" "gracias" "lo revisare después".
El viernes por la tarde Misato se encontraba mirando la ventana desde su escritorio, la sala donde se encontraba era la recepción de la oficina de su jefe, una salita pequeña con varios archiveros, eso sí, muy elegantes y algunas plantas que le daban una vista fresca a la habitación, tenían una pequeña cafetera y frigorífico. En la entrada de esa área las puertas eran de cristal y así se entretenía en ver pasar a sus compañeros, algunos se detenían y le saludaban desde afuera, ese día todo tenía un tono melancólico, seguramente era el cielo que se encontraba completamente cerrado –ah, no quiero mojarme al salir- se dijo a sí misma, faltaba casi una hora para su salida y ya no tenía trabajo por hacer, refrescaba cada tanto su correo para ver si su jefe le había mandado algún archivo, desde la mañana estaba fuera. Quince minutos antes de su hora de salida, su jefe apareció por la puerta de cristal, llevaba el saco en un brazo y su maletín en la otra, Misato sintió una punzada en el vientre, ese hombre era increíblemente sexy, no tenía ni un ángulo feo, incluso cansado por una larga jornada laboral o con el ceño fruncido no dejaba de imponer con su presencia –buenas tardes señorita Hirai- le dijo mientras se dirigía a su oficina, Misato se incorporó de su asiento e hizo una reverencia –señor Nanami, que gusto verlo nuevamente en la oficina- el hombre cerró la puerta de su oficina detrás de él, Misato saco una botella de té helado del refrigerador y se acercó a la puerta de la oficina de su jefe, no lo escuchaba hablar por teléfono así que toco –adelante- cuando entro las luces ya estaban encendidas y él descansaba en uno de los sillones, ella se acercó y le entrego la botella –gracias, creo que me cae bien en estos momentos- ella iba a retirarse pero él le hizo un gesto para que se sentará, ella se sentó en el sillón frente a él, se había aflojado la corbata –ah, ese jefe de inversiones americanas me provoca migraña- Misato sonrió –lo sé, siempre está alzando la voz diciendo "good job" y gritando "very good" a quien se le cruce- Nanami sonrió, era la primera vez que ella le veía una sonrisa –me desespera, estuve tentado a darle una patada.
-Ja ja, señor Nanami no lo imaginaría de usted
-Le sorprendería lo desgastante que pueden ser algunas personas, tenía un compañero en la preparatoria que era un dolor de cabeza, me provocaba una jaqueca cada vez que hacía alguna de sus bromas, hasta la fecha lo sigue haciendo.
-¿Aún frecuenta a sus amigos de la preparatoria?- Nanami había casi terminado su té –si... algunas veces los veo.
-Deben tener muchas anécdotas divertidas que contar- Nanami guardo silencio –no tantas como quisiéramos...- el ambiente se volvió algo tenso, Misato se levantó –casi es la hora de salida, ¿quiere que me ocupe de algo?- él negó con la cabeza –nada, lo dejaremos para el lunes.
-De acuerdo, entonces me retiro- hizo una reverencia pero antes de abrir la puerta Nanami que también se había puesto de pie le dijo -¿ya comió?
-Algo ligero, la verdad pensaba ir a un bar cercano que...- antes de terminar decirle algo, Nanami la interrumpió -¿ira con su amigo Taiki?- a Misato se le helo la sangre, los recuerdos le golpearon la cabeza –Ah, sí, el viejo Taiki, iré con él.
-¿Puedo acompañarla?, la vez pasada no pude probar bocado pero veo que es un buen lugar- Misato trago saliva –seguro, podemos ir juntos.
-Entonces deme cinco minutos en lo que organizo unas cosas- ella asintió mientras salía de la oficina, ya fuera de ella pudo respirar con normalidad.
Misato corrió al baño a retocarse el maquillaje ¿qué carajos pensaba al decirle si a Kento? Se remojo la cara, se cepillo los dientes y peino su cabello, tenía poco tiempo con el cabello corto, después de terminar con Nori había decidido cortar su larga cabellera oscura hasta los hombros, le gustaba el resultado, se sentía más joven, además de que se le acomodaba mejor de esa forma, pinto sus labios con un ligero labial rosa, se checo en el espejo, se había puesto un vestido color durazno y un saco corto de tono blanco encima, llevaba unas zapatillas a juego con el saco y de verdad deseaba con todo corazón que no lloviera para no estropear sus amados zapatos, salió del baño y se dirigió a su escritorio, Nanami estaba cerrando con llave su oficina -¿esta lista?- ella asintió mientras se acercaba a tomar su bolso y cerrar la computadora, apagaron todas las luces, cerraron la recepción y se dirigieron al elevador.
Ya dentro comenzaba a llenarse, Nanami la puso detrás de él y la arrinconó, con su cuerpo la protegía de empujones o que fuera aplastada, ella lo miro desde este nuevo ángulo, se había puesto el saco, esta vez iba de un color claro, su traje era color beige, la camisa era de un azul celeste, un color que resaltaba el azul acero de sus ojos, llevaba una corbata roja, lo que le daba un interesante toque de color. Cuando bajaron del ascensor la gente se dispersó al llegar a la calle, ellos caminaron casi en silencio de no ser por palabras como "quizás llueva" "si, lo ha dicho el meteorológico", llegaron al bar restaurante de Taiki, ahora si había mesas libres, incluso la mesa favorita de Misato -¿le parece bien que nos sentemos aquí?- pregunto ella, él asintió –si, por favor permíteme- dijo Nanami mientras sacaba la silla, ella se sentó y él la acercó a la mesa, ella agradeció, Taiki la saludo desde lejos y al ver a Nanami sentado ahí, hizo un gesto de duda pero también lo saludo, Nanami hizo una ligera reverencia –creo que se acuerda de mi- Misato solo logró sonreír mientras sentía como las mejillas se le encendían por la pena. Su nuevo amigo mesero de la semana pasada la reconoció –gracias por visitarnos nuevamente, ¿querrá la señorita una cerveza?
-Eh, sí, pero solo una esta vez
-Señor, ¿qué desea beber?
-Sake, por favor
-El menú especial de hoy es Udon- ambos se miraron y respondieron al unísono –Si, lo tomaremos- el chico se fue, el silencio los rodeo otra vez -¿conoce de mucho tiempo al señor Taiki?
-No mucho, soy amiga de Toshio, su hijo, íbamos juntos a la preparatoria cuando vivíamos en Shizuoka, cuando él se mudó a Tokio para ayudarle a su papá con el negocio, me invitaba a veces a comer aquí, fue casi una coincidencia que su restaurante estuviera muy cerca de la oficina- las ordenes de comida así como sus bebidas llegaron, comieron casi en silencio –está muy bueno- dijo Nanami, ella asintió –si, Taiki tiene un excelente sazón- volvieron a comer en silencio, Nanami pidió una segunda botella de sake y Misato otra de cerveza, él le dijo –espero que no beba mucho esta vez- ella se sonrojo, tenía que hablar con él, así que cuando llegaron las nuevas bebidas le dijo –recuerdo lo de la semana pasada y lamento mucho mi actitud señor, por favor no se haga una idea equivoca de mi comportamiento.
Nanami la miro un momento no esperaba que ella tocará tan abruptamente el tema -no voy a negar que me sorprendió su actitud desinhibida pero no se preocupe por eso, no voy a juzgarla por un mal rato- ella sonrió –me alegro, gracias por su sinceridad- él bebió sake desde su vaso, Misato se había relajado y bebía despreocupadamente su cerveza –sin embargo, no es de eso de lo que quiero que hablemos- ella lo miro -¿qué pasa?, ¿quiere que hablemos del trabajo?- Nanami recargo la cabeza en sus manos, se había arremangado la camisa y Misato podía ver sus fuertes antebrazos, pero ahí estaba nuevamente esa mirada que veía partes ocultas de su ser –señorita Hirai, quiero que hablemos de su propuesta sobre mantener una relación que se base únicamente en algo sexual, siendo sincero desde ese día no puedo sacar esa idea de mi cabeza... ¿ya lo ha olvidado?
![](https://img.wattpad.com/cover/265407099-288-k925899.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cita de viernes
FanfictionMisato ha pasado por una ruptura sentimental y quiere darle un giro a su vida pero cuando el alcohol le hace una mala jugada no se imagina que terminará por poner su mundo a los pies de su atractivo jefe, un hombre serio y con actitud irreprochable...