Ascensor

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Aun sin entender que pasaba, apretó un poco más fuerte mi cuello y me beso, su beso no fue delicado, fue lo contrario, como si estuviese buscando dejarme sin aliento, su lengua se sentía impaciente y sus labios apretaban con fuerza los míos, no me disgusto, pero era algo nuevo, termino el beso con un ligero mordisco y retirando su mano de mi cuello, no lo había notado pero sentí que respiraba de nuevo, tosí un poco mientras él se acomodaba el cabello -¿estás bien?- me pregunto, asentí -¿qué fue eso?- el ascensor se detuvo, un oficinista entro, hizo una reverencia y se puso de espaldas a nosotros, yo intentaba que mi respiración no fuera tan ruidosa, mire de reojo a Nanami, estaba sonriendo, me guiño un ojo, apenada, baje la vista, el ascensor volvió a detenerse, el hombre bajo, las puertas se cerraron, Nanami se acercó al teclado y apretó un botón rojo, el ascensor se detuvo de inmediato, iba a preguntarle que hacía pero nuevamente me acorralo, aunque esta vez no me tomo del cuello, sino de la mandíbula para alzar mi rostro y mirarme –dime que no haga nada y me detengo

-¿Pero qué vas a hacer?

Volvió a besarme con más ímpetu que antes, le tome el rostro con ambas manos, él me apretó más hacía su cuerpo, lo sentía caliente, volvió a morderme el labio -¿quieres continuar?

-No te he dicho que pares- respondí mientras le besaba el cuello, pegue mi pelvis a la suya, podía sentir como su miembro se endurecía, él gimió cuando baje una de mis manos y lo toque, poco a poco fue haciéndose más duro mientras él me besaba y me decía que no parara. Él dejo de acorralarme y se separó solo para comenzar a abrir mi blusa, me miro con excitación –eres tan hermosa.

Yo sentía el rostro caliente y los labios hinchados, pero en su mirada había un deseo feroz, apenas hubo sacado mis pechos del sostén los beso y acaricio con prisa, comenzaba a mojarme por la manera en como estaba tocándome y por otra parte los nervios por ser encontrados aumentaban, me recordaba a aquella vez que lo hicimos en el probador de la tienda de vestidos. Sabía también que como aquella vez no teníamos tanto tiempo, desabroche su cinturón y abrí su pantalón, él se acercó a mi oído y murmuro con voz grave -¿estas ansiosa por tenerme dentro?

-Sí- su sonrisa perversa me hacía temblar, él saco su miembro ya erguido, lance una exclamación de satisfacción al verlo, y las palpitaciones en mi vientre se sentían cada vez más insistentes, sus manos recorrieron mis muslos para levantar mi falda y quitarme las bragas, después tomo mis muslos y me levanto del suelo, lo rodee con las piernas y me afiance a su figura, deseosa de sentirlo dentro de mí, él no tardo en penetrarme, un gemido salió de mis labios mientras comenzaba a subirme y bajarme lentamente.

El elevador estaba recubierto a los costados de una especie de madera, pero al fondo tenía un espejo amplio, desde ese espejo podía ver nuestras figuras, mis piernas enredadas en su cintura, sus manos sosteniéndome para hacerme mover a su antojo, su rostro en una mueca de excitación, mordiendo sus labios y mirando el vaivén de mis pechos que había sacado del sostén, cuando se dio cuenta a donde se dirigía mi mirada, sus ojos brillaron al ver la misma escena que yo veía -¿te gusta mirarnos mientras lo hacemos?

Mire mi sonrojo en ese reflejo –nunca antes lo había hecho, ni siquiera cuando estuvimos en el vestidor.

-A mí me gusta esto- me dijo mientras se enterraba más en mí, sofoque un gemido –así que no dejes de mirarnos- volví a alzar la vista, sus ojos que seguían mirando nuestro reflejo se enfocaron en los míos, era raro vernos así pero solo me hacía sentirme más húmeda, hice que mis caderas formarán unos círculos, la satisfacción en su rostro me hizo aumentar la velocidad –no podemos estar más tiempo aquí, acabaré pronto- me advirtió mientras lo sentía ir más profundo y rápido, me apreté más a él, yo quería que estuviera más tiempo dentro de mí pero era verdad, seguíamos estando en la oficina, sentía una fuerte oleada de calor al pensar que alguien podría descubrirnos así, no pude ver más nuestro reflejo y enterré mi cara en sus hombros, sus manos me apretaron con fuerza los muslos mientras acababa y suspiraba enterrando su cabeza en mi pecho.

Me ayudo a vestirme, nos tomamos un momento para intentar recuperar el aliento y fingir que no había pasado nada, pero yo estaba colorada y transpiraba con dificultad, debió preocuparse por mi semblante porque me alzo el rostro y me miro con seriedad -¿estás bien?

-Sí, solo algo agitada- mentía pero no dije más, Nanami volvió a apretar el botón de emergencia y el elevador dio un tirón para después ponerse en marcha, al abrirse las puertas en el lobby, un pequeño grupo de personas nos miraban con curiosidad -¿se encuentran bien?- dijo alguien, Nanami asintió –sí, pero habrá que darle mantenimiento, pasamos un buen susto adentro, ¿ya se siente mejor señorita Hirai?- me tomo delicadamente de un brazo –sí, solo algo mareada.

-Si nos disculpan, llevaré a la señorita fuera, a que tome un poco de aire.

Se hicieron a un lado y yo me sujete del brazo que me ofrecía, al estar algo más alejados de la gente, soltó un risita –eres muy mala actriz, ¿lo sabías?



Cuando pudimos estar tranquilos y a solas, hablamos sobre su escena de celos, algo que me había parecido irracional, él no dijo que fuera irracional pero que si le molestaba la situación, intente ponerme en su lugar, y aunque sentía celos cuando lo veía con otras personas no me sentía con el derecho de reclamarle algo, la confianza era algo que tenía muy presente en ambos y esperaba que el confiará en mí.

-No tienes por qué dudar de cada hombre que me habla o se acerca a mí, no tengo interés en alguien que no seas tú.

-Lo sé, y también me doy cuenta que la manera de hablarte fue inmadura, pero recuerdo a ese hombre y era muy obvio con sus intenciones.

-También lo sé, y sobre eso, lo he dejado claro también.

Abrió los ojos sorprendido -¿a qué te refieres?

Me encogí de hombros –creo que no fuimos muy cuidadosos al salir de la fiesta, nos vio huir.

Se llevó dos dedos al puente de la nariz –pero calma, él mantendrá nuestro secreto.

-¿Cómo puedes estar segura?

-¿Qué necesidad tendría de contarle lo nuestro al resto de la gente?

Lo pensó un momento –no confíes en toda la gente, no todos suelen ser sinceros u honestos.

Tenía razón, pensé en todas esas posibles consecuencias de nuestra relación en boca de todos, él tomo mi barbilla y levanto mi rostro para mirarme a los ojos –hey, pase lo que pase, yo asumiré la carga de esto.

-No, somos los dos, si algo pasa, seremos ambos.

-Bien, los dos, solo dos contra el mundo.

Sonreí.

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¡Muchas gracias por sus comentarios y votos!

Sé que es un capítulo pequeño pero espero ponerme al corriente y no dejar de lado la historia.

Además, si tienen interés en leer otra historia, hace poco comencé a publicar una, tiene como protagonista a Toji y es de contenido +18.

Nos leemos pronto.

Casi olvidaba mencionar que desde hace un par de semanas la historia con el #Nanamin se encuentra en primer lugar, muchas gracias por seguir la historia, tengan mucho amor

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Casi olvidaba mencionar que desde hace un par de semanas la historia con el #Nanamin se encuentra en primer lugar, muchas gracias por seguir la historia, tengan mucho amor. 

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⏰ Última actualización: Aug 20, 2022 ⏰

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