Ese día era su cumpleaños y era viernes, me esmeré mucho en mi arreglo de ese día, busque mi segundo conjunto de ropa interior sexy, lo metí a mi bolsa de cambio, elegí un vestido negro que me entallaba y un saco verde suave para contrastar, mi maquillaje quedo ligero pues no me animaba a usar colores oscuros en ojos y labios pero sentí que no había quedado tan mal, me puse unos tacones negros y me dirigí a la oficina, Nanami aún no llegaba así que preparé algunas cosas, cuando estaba en su oficina lo escuche llegar, me gire al momento en el que él entraba –buenos días señor Nanami- dije mientras que él me miraba de arriba abajo -¿hay algo importante hoy? Me parece que luce elegante- sonreí –nada en particular- él se acercó a mí y dijo al oído –que decepción, esperaba un sí por respuesta- sentí como el corazón me latía deprisa mientras él se alejaba de mí -¿algo que deba revisar en estos momentos?-negué con la cabeza mientras me retiraba de ahí, ¿qué había sido eso? Nunca antes había utilizado ese tono en la oficina, dejé pasar unos momentos para calmarme pero en realidad también quería entrar y darle el regalo que había comprado para él, como si hubiera oído mis pensamientos me llamo por el interlocutor -¿puede venir un momento?
-En seguida- tome la caja y entré a su oficina –cierra la puerta por favor- obedecí, su tono era serio, él estaba mirando por la ventana, ese día vestía un traje azul marino con una camisa blanca y una corbata al mismo tono del traje pero con puntitos blancos, el cabello perfectamente peinado y su loción ya flotaba suavemente en toda la oficina, me acerqué mientras él se giraba para verme –lamento lo de hace un momento, fui yo quien dijo que no podíamos interactuar de esa forma en el trabajo.
-No se preocupe, no niego que me sorprendí pero en realidad no me molesto.
-No es que nos moleste o no, es sobre los problemas que podrían ocasionarnos.
-Ya veo- baje la vista, él tomo mi barbilla para que lo mirara –me preocupa tu integridad no solo como mujer también como mi empleada, no quiero que tengas problemas por eso, a final de cuentas si esto llega a saberse la que sale perdiendo eres tú.
-Seremos cuidadosos.
-Lo pienso de ti pero no de mi- lo miré sorprendida -¿piensas que harás algo de repente?
-Solo quiero que si ves que estoy por hacer algo estúpido me detengas ¿lo harás?
-Eso será difícil, yo tampoco se bien cuáles son mis propios límites y ahora mismo lo vas a ver- él no entendía nada hasta que vio la caja entre mis manos –feliz cumpleaños- un brillo le paso por los ojos -¿Cómo supiste?
-Un poco de investigación, además soy tu asistente, debo saber mucho sobre ti- él sonrío y era una sonrisa tan hermosa y pura que quedé deslumbrada, pocas veces sonreía y ahora era como si ese fuera mi regalo, pero en seguida se puso serio y dijo –no debería aceptarlo.
-Al final lo harás, en realidad, espero no incomodarte- él tomo la caja –gracias, no esperaba nada hoy... sé que no está bien pero, ¿puedo abrirlo ahora?
-Sí, claro- nos sentamos en los sillones mientras él como un niño pequeño abría la caja, al ver la corbata la saco con cuidado –es diferente a las que utilizo comúnmente y me gusta mucho el color.
-Combina con tu cabello- me miro –de verdad agradezco tu regalo.
-Me alegra oír eso- la atmosfera entre los dos se había vuelto extraña ni siquiera supe en que momento estábamos hablando ahí como amigos pero cuando el teléfono de mi escritorio sonó todo volvió a la normalidad –debo ir a atender.
-Por supuesto- salí de su oficina para responder.
El día transcurrió entre llamadas, correos y envíos, casi al final del día un mensaje de Nanami apareció en mi celular "Salgamos a tiempo para beber algo, hoy será una cita por mi cumpleaños" me reí mientras le respondía "Yo te invitare esta vez el sake"
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Cita de viernes
Fiksi PenggemarMisato ha pasado por una ruptura sentimental y quiere darle un giro a su vida pero cuando el alcohol le hace una mala jugada no se imagina que terminará por poner su mundo a los pies de su atractivo jefe, un hombre serio y con actitud irreprochable...