La pregunta le tomó por sorpresa a Nanami, siguió mirando el camino mientras buscaba una respuesta, que en realidad no debía darle tantas vueltas al asunto, la respuesta sencilla era "no quiero que te sientas incomoda con mis muestras de afecto, sobre todo si debo hacerlas cuando estemos en un lugar público" pero la respuesta que dijo fue –no lo había notado.
Misato abrió la boca sorprendida -¿qué no te habías dado cuenta? Sé lo que dijiste al iniciar esto, que para ti los besos tienen otro significado ¿no es eso por lo cual no lo haces?
-Creo que estás dándole vuelta a un detalle al cual no le había prestado la suficiente atención.
Ella seguía sorprendida de la manera tan tibia en como él había respondido ¿o ella estaba siendo incisiva en ese detalle?
Estaban por llegar al departamento, volvieron a quedar en silencio. Cuando ella estaba por bajar se sentía molesta y cansada, él solo dijo buenas noches y se alejó.
Aunque Misato quiso dejar esa idea fuera de su cabeza para solo irse a dormir no pudo y volvió a darle vueltas hasta que el sueño la venció.
Ese fin de semana visitó a su madre, la quería mucho pero la relación con ella no era exactamente buena, sobre todo cuando siempre tocaba el tema de que debía enfocarse más en buscar a un hombre e iniciar una familia y no dedicarle tanto tiempo a su trabajo, a final de cuentas era una mujer chapada a la antigua, razón por la cual Misato había terminado de irse de aquel pueblo pesquero y vivido los últimos años en Tokio.
Por la tarde al ver que su madre dormía se escapó hacía la playa. La tarde caía pesadamente y el aire cargado de sal le llenaba el cabello, monto en su vieja bici y recorrió aquellos caminos de la infancia y juventud, cuando llegó a su sitio favorito que era un pequeño espacio entre las rocas a orillas del mar, dejo caer una manta y se sentó en ella, ver el mar la relajaba y pensó que estar ahí le ayudaría a olvidarse de aquel tema que había hablado con Nanami la noche anterior, y como si lo hubiese llamado con su mente, su celular sonó y el nombre de su jefe apareció en la pantalla, dudando respondió –hola.
-Hola, ¿estás en casa?
-No, he venido a ver a mi madre.
-Ah... no me habías dicho.
-Lo habré olvidado.
-¿Estás ocupada entonces?
-No, en realidad vine a despejarme un poco y estoy en un lugar tranquilo.
Nanami percibió de fondo el ruido del mar, cerró los ojos imaginándose las olas chocar contra las rocas, siendo honesto le respondió -me gustaría estar ahí.
-Te gustaría mucho, no hay ruido, ni gente alrededor.
Escuchó la risa del rubio y la reconforto –si es así, la próxima vez llévame contigo.
Misato guardo silencio, al no obtener respuesta él continuo -bien, sigue en ese lugar tranquilo, voy a colgar, solo quería saber que estabas bien.
Y pese a que el tema le pasó a la chica por la cabeza, no quería arruinar su tarde con alguna discusión por mínima que fuera –de acuerdo, te veré después.
-¿Volverás mañana?
-Sí.
-Regresa con cuidado.
-Lo haré, hasta luego.
-Hasta luego, Misato.
Nanami miro como la llamada finalizaba, después alzo su vista hacía la torre de departamentos donde vivía la chica, tal vez sí hubiera sido buena idea llamarla antes de ir hasta su casa, sonrió ante su imprudencia y emprendió su vuelta a casa.
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Cita de viernes
FanfictionMisato ha pasado por una ruptura sentimental y quiere darle un giro a su vida pero cuando el alcohol le hace una mala jugada no se imagina que terminará por poner su mundo a los pies de su atractivo jefe, un hombre serio y con actitud irreprochable...