No estoy en una cita

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El fin de semana paso volando, cuando se dio cuenta estaba nuevamente en la oficina, pero durante esos dos días no dejo de pensar en esa noche y como había vibrado cada parte de su ser ante esas caricias y besos, estaba recordando aquellos momentos cuando su jefe entro a la oficina, iba vestido de un traje negro con rayas blancas muy finas, una camisa guinda y una corbata negra, desde el viernes había notado que el negro le quedaba muy bien, sintió que las piernas le temblaban al verlo llegar, no pudo reprimir una sonrisa –buenos días señor Nanami- dijo mientras hacía una reverencia –buenos días señorita Hirai, en cuanto pueda pase a mi oficina con todos los pendientes que se quedaron de la semana pasada.

-Sí señor- diez minutos después estaba en su oficina sentada frente a él y entregándole los pendientes, iba a ser una semana pasada así que no quería retrasarse, antes de retirarse Nanami le hablo -¿puede hacerme un favor?

-Por supuesto

-He olvidado entregar un documento personal en recursos humanos, ¿puede llevarlo?

-Sí, lo hago en seguida- tomo la carpeta que le entregaba y se retiró, cuando iba en el elevador para llevar el documento no pudo reprimir su curiosidad, abrió la carpeta, era una hoja de un seguro de gastos médicos, ahí venían datos personales de su jefe, nada que ella no supiera a excepción de su fecha de nacimiento -¿eh, su cumpleaños es este viernes 3?- ahí mismo decía que estaba por cumplir 25 años, se llevaban solo seis meses de edad siendo él el mayor, volvió a guardar la hoja y sonrió para sí misma –me pregunto si debo regalarle algo ese día...

Un par de días después le pidió a Toshio que si le acompañaba a buscar un obsequio, su amigo acepto de buena gana, hacía mucho que no conversaban, la vería después del trabajo.

Ese día Misato estaba de buen humor, faltaba poco para su próxima cita y podía sentir un cosquilleo en el cuerpo, ella misma se preguntaba si a su jefe le pasaba igual, estaba en sus ensoñaciones cuando su jefe salió de su oficina –señorita Hirai, ¿puede revisar estos documentos?- le extendió una carpeta –por supuesto- su buen humor debió ser visible pues Nanami la miro hasta que ella termino de echarle una mirada a las hojas –están perfectos, hago las copias y los mando a dirección- viendo que el hombre no se iba pregunto -¿sucede algo? ¿Necesita otras copias?

-¿Le paso algo agradable?- ella se sonrojo, en ese momento pudo haberle dicho que estaba impaciente por volver a sentir sus manos sobre su cuerpo, quería escuchar esa voz en su oído y sentirlo dentro de ella pero solo dijo –creo que siempre soy muy obvia cuando voy a tener una cita, debe ser eso- Nanami contrajo un poco las manos dentro del saco -¿una cita?

-Bueno, no es exactamente una cita en realidad...- él hizo un gesto con la mano para que se detuviera –disculpe, no debo meterme en su vida privada, solo dese prisa con esos documentos- se dio la vuelta y fue a encerrarse a su oficina, Misato miro extrañada hacia la puerta -¿dije algo raro?

Cuando se acercaba su hora de salida toco ligeramente a la oficina de Nanami, él le dijo que pasará, no traía el saco, cosa que hacía frecuentemente cuando no tenía juntas, estaba concentrado mirando el monitor con los lentes puestos y varios mechones le caían sobre el rostro, Misato sintió la necesidad de pasar sus manos por aquel cabello rubio y suave, contuvo un suspiro, faltaba tan poco para poder hacerlo –ya le he enviado las respuestas de los directores y su agenda para mañana esta lista- él alzo la mirada -¿ya tiene que retirarse?

-Si necesita algo puedo quedarme un momento- el hombre parecía debatir su respuesta –no es necesario, puede retirarse.

-Gracias señor, lo veo mañana- hizo una reverencia pero el solo le respondió con un murmullo. Debe estar muy concentrado pensó mientras se daba prisa por salir pues su amigo la esperaba ya en la entrada.

Cita de viernesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora