Misato descanso tal como le dijo Nanami.
El domingo, él le llamo para saber cómo se encontraba, platicaron durante un largo rato, hasta que se dieron cuenta de la hora.
Al día siguiente, al mediodía, ella sonrió al ver una foto de la oficina donde él escribió un texto que decía "luce vacía cuando no estás"
El martes se sentía renovada, llegó temprano para preparar los pendientes que suponía se habían acumulado pero no había ninguno, era obvio que Nanami había administrado bien su tiempo.
Aunque el dolor persistía en su muñeca, intento no pensar en eso, así como tampoco en pensar en aquel ácido momento del viernes que aún le provocaba nauseas, pero pensando que el asunto quedaría olvidado, pronto se dio cuenta que estaba comenzando.
Había tenido problemas con su impresora, así que tuvo que pedirle ayuda a una conocida de otro departamento, la chica al verla le sonrió y la saludo efusiva, recordó que el viernes pasado se había entendido bien con ella, le pregunto por su mano y Misato le dijo que al parecer se había pasado de margaritas y perdió el piso, estaban bromeando sobre eso cuando la chica le dijo –hablando sobre perder el piso, seguro no te enteraste de alguien que acaba de perder su puesto.
-¿Despidieron a alguien?
-¡Sí!, a ese tipo del que estuvimos hablando... ah... el que trabajo contigo, ¿cuál era su nombre?
-¿El señor Nakamura?
-Sí, ese, ayer mismo, no sabes la que se armó, tuvieron que intervenir los de seguridad.
Misato sintió que el sudor comenzaba a cubrirle la frente, intento sonar desinteresada –que horrible, ¿pues qué paso?
-Todo comenzó muy temprano, pero no me enteré hasta la hora del almuerzo, y junto con otras chicas de la empresa fuimos juntando las piezas. El señor Nanami, tu sexy jefe llego directo a hablar con los directivos, al parecer los cito de emergencia, no sabemos bien que les habrá dicho pero es obvio que tiene un gran poder. Cuando el señor Nakamura llegó, tarde para variar, sus cosas ya estaban en una caja, el director de su área se encerró con él en su oficina pero todos en ese departamento escucharon los gritos y suplicas, pidiendo que no lo despidiera. Muchos dicen que hasta se arrodillo pero fue inútil, salió de esa oficina hecho una furia y rojo, pero no para irse sino para ir a tu oficina y encarar al rubio.
El tipo llego a gritarle al señor Nanami diciendo que era un entrometido y que no sabía con quien se había metido y que la iba a pagar caro, pero el señor Nanami jamás se rebajó a gritar o contestar, se quedó de brazos cruzados mientras miraba como ese tipo hacía el ridículo, sin embargo, muchos dicen que cuando comenzó a hablar de ti fue cuando perdió los estribos y lo echo de la oficina ahí fue cuando seguridad llegó y se lo llevaron casi a rastras fuera del edificio.
Me alegra que no hayas estado Misato, así como iba seguramente hasta a ti te hubiera hecho algo, pero si dijo algo tan horrible de ti para que el señor Nanami perdiera la compostura debió ser grave.
Misato sintió como transpiraba, pero quiso parecer neutral –no puedo creer que dijera algo sobre mí.
-Lo sé, pero ya muchos decían que el tipo solo hablaba cosas terribles de las mujeres, así que debió decir algo así para hacer enojar a tu jefe, pero ¿sabes cuál fue la cereza del pastel? Ni siquiera su novia, la que es la hija de uno de los directivos lo miro, estaba tan apenada que hasta se disculpaba con todo mundo. Imagínate haber tenido un novio así.
La chica apenas si había tomado pausas para contarle todo eso a Misato, y aunque ella había intentado controlar sus emociones se dio cuenta que no lo había logrado, se sentía demasiado débil de repente, la chica al notarlo le preguntó -¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Te ves pálida.
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Cita de viernes
FanfictionMisato ha pasado por una ruptura sentimental y quiere darle un giro a su vida pero cuando el alcohol le hace una mala jugada no se imagina que terminará por poner su mundo a los pies de su atractivo jefe, un hombre serio y con actitud irreprochable...