Misato apenada se llevo una mano a la boca para cubrir la sorpresa y también para contener una risa nerviosa, no quería que Nanami se molestará más y pensará que estaba burlándose –no lo hice a propósito, yo... me deje llevar.
El rubio le hizo un gesto para que entrara con él a la oficina, adentro cerro al puerta y estuvo dando vueltas por el espacio hasta que al final la miro de frente, pero ella lo miraba sin saber que decir -¿hay algo que pueda hacer?- dijo para aligerar el momento, él no respondió, de verdad estaba molesto y sentía que cualquier cosa que dijera no justificaría su comportamiento.
-No quise hacerlo adrede, ni siquiera lo pensé, sé que lo habíamos hablado y dijiste "marcas en el cuello no", de verdad me siento mal, ¿podrías disculparme? No sucederá de nuevo.
Nanami se había cruzado de brazos y la miraba como un hombre que se ha molestado con la broma de algún niño a pesar de haberle dicho que no lo hiciera, al final suspiro –sí, te disculpo, pero no tendría que pasar de nuevo, al menos no en el cuello.
Misato suspiro aliviada, por un momento se imagino mil cosas negativas, -¿Sirve de algo que diga que tienes un cuello muy sexy y que quería morderlo?
-No, en absoluto, ahora con más razón te amarrare la próxima vez.
Ella apretó los labios mientras imaginaba la escena y todo lo que sucedería, las mejillas se le encendieron y la risa ligera de Nanami la hizo sacar de su fantasía –no parece que vaya a afectarte, así que subiré el castigo.
-P-pero.
Él al fin se acercó a ella y le alzo la barbilla para que le mirara –sin peros, ahora me lo debes por esta marca- después acerco sus labios a los de ella y la beso como la noche anterior, pero antes de que siguieran avanzando una llamada entrante los separo, intentaron recomponerse y volvieron a sus actividades con la promesa de continuar con lo que habían dejado pendiente para otra ocasión.
Por la tarde, antes de salir, Misato entro a la oficina de Nanami que también se preparaba para irse –casi voy de salida, ¿quieres que pase a dejarte a tu casa?
Ella negó, -no te lo había dicho pero hoy veré a Gojo.
-Que pequeño detalle para olvidar.
-Puedes acompañarnos, solo quiere contarme algo.
-Preferiría no ir.
Misato se encogió de hombros –bien, así podrá contarme cosas que hacías durante tu época de estudiante.
Nanami le lanzo una mirada de desaprobación.
Fueron juntos hasta la salida –creí que no querías venir.
-Solo voy a esperar a que él llegue por ti y después me iré, además con lo tarde que siempre llega hasta podríamos ir a cenar.
Unos diez minutos después Gojo se acercaba a ellos sonriendo –mi queridos amigos, hace tanto que no los veía.
-Satoru, luces muy bien.
Gojo sonrió ante las palabras de la chica -¿verdad que sí? Debe ser que hoy cambie de champú, mí querido Nanami, me alegra que nos acompañes, así lo diré todo de una vez.
-No voy a ir con ustedes.
-Vamos, será algo breve, pero si no puedes ir no me hago responsable de las cosas que le diga a Misato.
Al final los termino por acompañar, entraron a una cafetería y Misato se dio cuenta que el efecto que causaba Nanami cuando entraba a cualquier lugar se duplicaba con la presencia de Gojo, era como si ambos tuvieran un imán que atraía cualquier mirada, ella se sintió incomoda, nunca antes había sido amiga de personas tan atractivas y de repente conocía a dos hombres que parecían sacados de una revista de moda.
Cuando estuvieron en sus lugares, Gojo conto anécdotas que a ella le parecían imposibles, entendía que él viajaba mucho tanto dentro como fuera del país, así que podía hablarle de casi cualquier cosa, sobretodo de dulces de diferentes partes del mundo.
Pero mientras ellos reían y bromeaban, Nanami se sintió fuera de lugar, cuando vio a Misato reírse casi hasta al borde las lágrimas con las anécdotas de Gojo se dio cuenta de que él nunca podría hacerla reír de esa manera, ¿en realidad si era un hombre aburrido como alguna vez alguien se lo dijo?
Intentaba relajarse cuando estaba con ella pero a pesar de bromear y reírse juntos ella no se reía así con él. Después miro a Gojo, a él no se le dificultaba absolutamente nada y eso incluía estar con las personas y socializar, sobre todo con las mujeres, sabía de múltiples chicas que hubiesen dado todo cuanto tenían por estar solo una hora con ese hombre, no solo porque fuera atractivo, eso lo reconocía, también por su forma de ser, aunque la mayoría de las veces actuara infantil, tenía una personalidad atrayente y desbordaba una energía descomunal, al verlos juntos la gente siempre veía dos polos opuestos por lo que siempre terminaban eligiendo a su amigo, eso en realidad nunca le había importado, hasta ese momento.
Y era por eso que la escena frente a él le removía algo, un sentimiento que hacía muchísimo tiempo no sentía, la incomodidad, el disgusto, el enfado, pero la verdad era que tenía celos. ¿Estaba celoso de Gojo o estaba celoso de como Misato se divertía con otro hombre que no fuera él?
Volvió a mirar a Gojo, tratando de comprender mejor ese horrible sentimiento, entonces el albino que siempre era muy perceptivo al su entorno y a las personas le devolvió la mirada y pareció comprenderlo todo. Sonrió para sí mismo, era increíble que Nanami no pudiera notar lo obvio. Paro de golpe las bromas y los miro con seriedad.
-Bien, bien, suficiente, a lo que venimos. Pronto será mi cumpleaños y Shoko y Mei Mei me están organizando una fiesta, así que los invito, será muy divertido, una fiesta de adultos, nada de niños. Así que ese día no cuidare a mis hijos.
Misato sorprendida pregunto -¿tus hijos?
-Sí, soy un padre soltero de dos criaturas hermosas.
-Son adoptados- soltó sin más Nanami, ambos hombres se enfrascaron en una discusión sobre paternidad hasta que Misato que seguía sin comprender los detuvo –podemos hablar de un tema y luego pasar al otro.
-Ah, sí, volvamos al importante, mi fiesta- como un niño emocionado comenzo a mover las manos y a decir -será el siguiente fin de semana, así que quiero que vayan, lleven un regalo, se embriaguen..., me gusta ver a la gente ebria haciendo algún ridículo, Misato no me decepciones.
Nanami se rio recordando a la chica ebria, y ella quiso meterse debajo de la mesa –pues no prometo nada, pero ¿Cuándo es tu cumpleaños? Al parecer somos del mismo mes.
-Es el siete de diciembre, ¿no es la fecha más feliz?
-No, ¿de verdad?, yo cumpló años ese mismo día.
-No es posible, Nanami nunca dijo que tenía una hermana gemela.
Ambos miraron al rubio, y él miro a Gojo con una mirada suplicante "por favor no lo digas", no, esto iba a descontrolarse en cualquier momento, pero a Satoru que a veces le gustaba meter un poco de drama dijo inocentemente –o no será que más bien que no sabía cuándo era tu cumpleaños y por eso nunca me lo mencionó.
.
.
.
¡Muchas gracias por sus comentarios y votos!
Leo cada uno aunque respondo varios días después.
La semana pasada pude ver la película y la disfruté mucho, fue emocionante ver a Nanami en acción. Realmente amo su personaje.
Tengan un feliz fin de semana, hasta la próxima.
ESTÁS LEYENDO
Cita de viernes
FanfictionMisato ha pasado por una ruptura sentimental y quiere darle un giro a su vida pero cuando el alcohol le hace una mala jugada no se imagina que terminará por poner su mundo a los pies de su atractivo jefe, un hombre serio y con actitud irreprochable...