Capítulo 14.

138 30 14
                                    

Llegamos a la cafetería y el primero en entrar fue Axel. Si la tierra me tragase justo ahora no me opondría, ya que esta estaba llena de personas las cuales estaban por todas partes. En específico estaban sentadas en las sillas mientras hablaban y comían en diversos grupos.

Axel me miró de reojo y creo que captó lo que yo estaba pensando. Intuí que a él le pasaba lo mismo que a mí respecto al estar rodeada de tanta gente. Llegué a pensar esto ya que, sus gestos como mirar alrededor sin fijarse en un sitio en concreto me transmitía inseguridad, tensión e intranquilidad. Así solía sentirme yo cuando me encontraba en una situación con demasiadas personas a mi alrededor. Para intentar sacarlo de ese estado, traté de tranquilizarle dándole mi opinión a lo que estaba pensando.

-No me gusta mucho los espacios con demasiada gente, -aparté mi vista de él cuando noté sus ojos encima de mí- si no fuese una molestia ¿podríamos agarrar la comida y marchar al patio?

-Claro, podríamos ir al patio exterior si te gustan más los espacios abiertos.

-Me parece una gran idea. -sonreí levemente, pero toda sonrisa desapareció cuando me fijé en todos los sitios de la cafetería viendo que Alexa no estaba aquí.

Me dispuse a andar para acercarme al mostrador, pero Axel se quedó atrás por lo que me volví a poner a su lado para luego preguntarle.

- ¿Qué es lo que ocurre? -le miré y su vista estaba puesta en un lugar en concentro en la estancia.

Su cuerpo estaba tenso y no me respondió a la pregunta por lo que entonces, lo que estaba viendo le habría llamado la atención. Cuando me giré comprendí porque se puso así.

Betsy entraba por la otra puerta con ella en cabeza mientras que a su lado derecho se encontraba un chico de cabello castaño y bastante alto, más que Axel al parecer. A su izquierda una chica de la misma estatura que Betsy y de pelo californiano se encontraba sujetando un bolso bastante horroroso en mi opinión. Detrás de esta chica, otra chica más bajita que estas dos y de pelo castaño, intentaba ponerse al lado de Betsy, pero la otra no le dejaba pasar.

Axel me miró y cuando le miré noté una mirada perdida.

- ¿Estás bien? -le pregunté.

-Sí, tranquila. -una sonrisa bastante forzada apareció en su rostro. -Puede que se me haya quitado el apetito, ¿no te importa si me adelanto y marcho primero al patio?

-Claro, no te preocupes, sé apañármelas sola.

-Gracias. -se dio media vuelta algo apresurado y salió por la puerta que entramos.

No entiendo cómo es que su actitud cambió tan rápido, tampoco a que se debió ese gracias. Cuando me reencuentre con él supongo que le preguntaré que le ocurrió.

Me dirigí al mostrador y cuando iba a pedirle a la señora que había de comer o beber, Betsy se adelantó.

-Buenos días, pediré un capuchino junto a unas tortas con sirope y que en la cima haya moras y arándanos. Espero y no se tarden nada en servirlo. -se acomodó su cabello hacía atrás y añadió. - Ah y que no se olviden de llevarlo a mi mesa.

Cuando se giró para mirarme, me sonrió y gritó.

- ¡Eileen, que guapa estás esta mañana! ¿Cómo te fue ayer? ¿Me has echado de menos? Espero que sí, porque yo te extrañé muchísimo.

Mis ojos se abrieron por completo alucinando con lo que dijo. Eso podría haberlo dicho rebajando su tono de voz y cuando no se hubiese colado antes de mí. Aparté la mirada viendo las demás personas que iban detrás de mí, corrijo, no se hubiese colado delante de tantas personas. Volví a mirarla y su sonrisa seguía ahí.

El Internado Horspeen I.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora