-Anda mira, estas aquí. -dijo Alexa acercándose a mí.
La miré a los ojos directamente y ella hizo una mueca.
- ¿Qué pasa? -me preguntó al ver que me senté en uno de los bancos.
No quería hablar, pero debía explicarle que es lo que había sucedido.
Me senté de lado mirándola y cuando fui a abrir la boca, no me salían las palabras. Era como si mi cerebro hubiese olvidado hablar.
-Está bien, nos quedaremos en silencio. -habló sentándose a mi lado sin mirarme.
Traté de decirle que no podía hablar, pero ni mis manos se movían para poder hacerle una señal.
- ¿Qué ocurre? -preguntaron Ross y Axel al unísono.
Se miraron desafiantes, como dos gallos en una pelea. Al cabo de unos breves segundos apartaron la mirada del otro.
Contemplé que estaban bien y eso hizo que me tranquilizase un poco.
Relamí los labios y traté de preguntarles, explicarles y decirles que debíamos vernos, pero seguía sin poder formular una oración.
¿Qué me pasa?
-Deberíamos ir a clases. -Axel dijo y Ross no parecía muy contento de asistir.
-Sí, no vaya a ser que os metáis en algún problema. Otra vez. -advirtió Alexa.
Iba a levantarme para ir con ellos, ya que pusieron rumbo a clase, pero mis piernas no se movían.
Axel se volteó y frunció levemente el ceño.
-Eileen, ¿estás bien?
Ross y Alexa se detuvieron para mirarme.
Por favor, ayúdenme.
Mis ojos se centraron en Axel y sin ningún motivo, sentí como las lágrimas se deslizaban por mis mejillas.
Él se asombró y se acercó a mí.
-Ey. -dijo poniéndose de cuclillas para mirarme mejor a los ojos- ¿Qué pasa?
Ayúdame.
-Está muda. -explicó Ross algo serio.
-Lo que está es rara. -comentó Alexa.
- ¿Sabes que le ha pasado Alexa? -preguntó Axel.
-No, acaba de subir con uno de los guardaespaldas, pero no me ha dicho nada.
- ¿No había ido a hablar con su madre? -preguntó Ross.
Mi mirada pasó a la de Ross queriendo asentir, pero sentía como mis músculos se iban debilitándose. Impidiendo que pudiera hacer y decir nada.
-Será mejor que la llevemos a la habitación, no creo que sea normal de Eileen que no hable. -dijo Alexa.
-Venga Eileen, vamos a descansar. -expresó Axel levantándose.
Traté de ponerme de pie, pero lo único que conseguí fue mover unos milímetros el pie izquierdo.
¿Qué me está pasando?
Empecé a sentir una holeada de calor en mi pecho y quería gritar lo máximo posible, pero no tenía fuerzas para ello.
-No se mueve.
-Ya se ve Alexa. -dijo Ross.
Axel me miró y sentía como mis párpados se iban cerrando lentamente. Lo siguiente que sentí fue el impacto contra una superficie dura.
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El Internado Horspeen I.
Mystery / ThrillerUna chica nueva llega al internado Horspeen con la ilusión de conocer a más personas de su edad y estudiar como una chica normal, alejada de los lujos y las asfixiantes restricciones de su madre. Sin embargo, Eileen no espera que el internado al qu...