Capítulo 44.

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Suspiré con pesadez por el acumulo de pensamientos y me tiré a la cama queriendo desconectar de todas esas dudas.

Estiré los brazos a ambos lados de la cama mientras miraba el techo, pero para mi suerte, no tardé tanto en estar así porque pegaron en la puerta. Sin ganas, me levanté y la abrí creyendo que era Alexa haciendo que no me fijará en quien se encontraba detrás de esta.

-Menos mal que ya tienes la comida. -dije dándome la vuelta.

Escuché como la puerta se cerraba y rodé los ojos. ¿Acaso no me hablará?

-Lo siento, pero creo que estabas esperando a otra persona. -dijo él.

Me tensé al oír la voz y no dudé en voltearme con rapidez. Pude respirar tranquila cuando mis ojos se toparon con el pelirrosa.

- ¿Qué haces aquí? -pregunté entornando los ojos.

-Solamente quería desearte buena suerte para mañana cuando hables con tu madre.

- ¿Y por qué me lo dices ahora?

-Porque me apetecía. -respondió desviando la mirada.

- ¿Tanto como para no esperarte a mañana? -elevé una ceja curiosa.

Él se pasó una mano por el cabello desordenándolo.

-Puede que no nos veamos en la mañana.

- ¿Por qué? ¿Pasa algo?

-Solamente tengo que hablar con Mark, tranquila. -dijo volviendo a mirarme.

-Ah. -añadí como si supiera de que iban a hablar.

-Es por eso que quería decírtelo.

-En ese caso no te preocupes, está bien.

Golpearon en la puerta e inmediatamente nos miramos. Inhalé profundamente y me dispuse a abrir.

-Esto pesa, abre Eileen. -gritaba Alexa.

Una sonrisa leve se me escapó y le abrí al saber que era ella.

- ¿Por qué tardabas tanto? -preguntó mientras se adentraba a la habitación con unas cajas de cartón.

Se detuvo por completo cuando vio que Axel estaba dentro.

-Ah. -fue lo único que dijo.

Abrí los ojos como platos cuando me centré en la realidad, Axel y yo estábamos solos en la habitación.

-Bueno, creo que ya va siendo hora de que me marche. -dijo el pelirrosa acomodando su cabello.

Yo asentí y le dediqué una sonrisa nerviosa mientras le veía marcharse.

-Que descanséis. -dijo antes de salir cerrando la puerta una vez estuvo fuera.

No quería darme la vuelta por que me imaginaba la cara de Alexa justo de frente, e intuía que me iba a hacer bastantes preguntas.

Me armé de valor y me giré despacio queriendo que no estuviese, claro está que me equivoqué porque me sobresalté al ver su cara a milímetros de la mía.

- ¿Es que nunca vas a respetar mi espacio? -pregunté alarmada.

-La verdad es que no. -respondió manteniendo la mirada en la mía.

Di dos pasos hacia atrás y ella se quedó en su sitio.

Al menos respetará mi espacio personal, por el momento.

- ¿Qué hacía aquí Axel?

-Quería darme suerte por lo de mañana. -contesté mirándola de arriba abajo.

El Internado Horspeen I.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora