Capítulo 28.

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Nos costó que Ross aceptase, pero finalmente lo conseguimos.

-Está bien, está bien. Lo haré, pero ¿qué pasa si viene Travis en el momento justo en el que suena la alarma?

-Debemos ser rápidos. -respondió Alexa. -Necesitamos saber si esa es la entrada.

-Vale. -dijo Ross mientras se desordenaba el cabello. - ¿Hay algo más que deban contarme?

Alexa me miró y me hizo un gesto para que le contase yo. Rodé los ojos y suspiré.

-Alexa y yo creemos que Travis, Lissa y Begoña esconden algo cerca del gimnasio.

- ¿Qué? No, me paso casi todo el día en el patio exterior y no he visto nunca nada.

-Bueno niño, pues te estoy diciendo que Alexa y yo vimos como Travis y Begoña desaparecían una vez pasado el conjunto de árboles que hay cerca del gimnasio.

Ross se quedó callado y pasó sus dedos por su frente.

-Habrá que averiguar que hay, ¿verdad?

-Por supuesto. -dijo Alexa levantándose. -Iremos esta tarde a las ocho.

-Imposible, tengo entrenamiento.

-Te lo saltas.

-No. Estamos a punto de llegar a una competición.

-He dicho, que te lo saltas y punto. -dijo Alexa encarándose. -Eres el rey de las mentiras, invéntate algo y a las ocho en el patio exterior sin rechistar.

Ross bufó y se levantó.

-Ya veremos. -terminó de añadir. -Ahora abre la puerta, iré a buscar a William por si está ya en su cuarto.

Me levanté y le abrí la puerta para que desapareciese de mi vista.

Salió sin decir nada más y cerré nuevamente con la llave.

-Alexa.

-Dime. -dijo suspirando.

-Creo que Axel podría ayudarnos respecto a William.

- ¿Por qué lo dices?

-Lo intuyo. -dije juntando mis manos.

-Si el pelirrosa accede a trabajar conmigo, que se olvide de sus amigos. No me fio de ninguno.

-Está bien, iré entonces a buscarlo.

-Si te retrasas, ya sabes que a las ocho debes estar en el patio.

Asentí, abrí la puerta y la cerré al estar afuera.

Tan solo queda encontrar a Axel y solucionado.

Deambulé por los pasillos de las clases mientras me asomaba a los marcos de las puertas por si podía ver al pelirrosa. Sonó una campana y comenzaron a salir los alumnos de sus respectivas clases. Me apegué a una pared mientras buscaba a cierta persona con un cabello un tanto particular, pero había demasiadas personas apelotonadas como para encontrarlo. A pesar de que no me gusta estar rodeada de personas, decidí meterme por medio y poder llegar al banco. Me subí y mi vista pasó por todos los cabellos que me alcanzaba a ver, sin embargo, no lo encontraba.

- ¿Eileen? -dijo una voz aguda. - ¿Qué haces subida al banco?

Cuando la miré me arrepentí de haberme subido.

-Nada Betsy, solamente buscaba a alguien. -dije mientras me bajaba.

-Ya. -dijo mirándome de abajo arriba. -Quería proponerte algo.

El Internado Horspeen I.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora