Capítulo 17.

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Inhalé y espiré demasiadas veces para mantener la calma y no tirarle una piedra a la cabeza. Yo no fallaría como ella.

- ¿Te parece gracioso? -pregunté seriamente.

-Bastante.

-Hablo enserio Alexa, por poco nos pillan, otra vez.

-Chica de las nieves, deberías entender que cada vez que estés conmigo seguramente te meteré en algún problema.

-Pues procura que no, soy la nueva por si no te acuerdas y ser castigada por algo que no he hecho, no me parece justo.

-Bueno, has estado espiando al señor del mantenimiento.

-Y tú también. 

-Ya, pero tu primera.

- ¿Cómo que yo primera?

-Yo solo te seguí porque sabía que te ibas a meter en algún problema.

-Ah claro. ¿Ahora qué, me espías?

- ¿No te has dado cuenta hasta el momento? -se llevó sus manos a la cadera en posición de una jarra.

-Mira, Alexa, por si no te has dado cuenta me gusta tener mi espacio personal y hacer lo que quiera. No quiero que vuelvas a espiarme, ¿vale?

- ¿Espacio personal?

-Sí, espacio -moví mis manos enfrente mía- personal.

-No sé qué es eso. -comenzó a hacer muecas con la boca, haciendo como que me lanzaba besos.

-Eh, Alexa –la miré incrédula mientras mantenía mi expresión seria- que no te acerques a mí, no me espíes y deja de hacer eso.

- ¡Recibido! -dejó de hacer esas muecas y se llevó la mano a la sien- Que no me aleje de ti y que siga espiándote.

-No, no, no. Todo lo contrario.

Se acercó a mí y puso su dedo índice en la punta de mi nariz.

-Si no te hubiese estado espiando seguro que Travis ya te hubiera pillado. ¿Qué estabas tramando?

-¿Quién es Travis? -pregunté mirando su dedo.

-El señor que estabas espiando, el de mantenimiento, y ahora responde. ¿Qué tramabas?

- ¿Cómo qué que estaba tramando? -quité su dedo- Eso me gustaría saber de ti primero, ¿qué hacías aquí?

-Pregunté primera, te toca responderla.

Bufé y añadí de mala gana.

-Solo estaba pensando hasta que vi al señor de mantenimiento, como tú me has dicho que era.

- ¿Y qué pensabas? Ah... ¿Axel se negó a tener hijos contigo?

- ¿Qué? Claro que no, es decir, no hemos hablado de eso. ¿Acaso también me espiaste cuando hablaba con él?

-Posiblemente, ese abrazo decía muchas cosas.

-Enserio, debes parar de espiarme, ¿tienes obsesión conmigo?

-No seré yo quien te lo niegue.

-Me das miedo, Alexa.

-Gracias.

Rodé los ojos y traté de no mostrar la sonrisa que ella me causaba. Aunque tenga una obsesión con el chocolate y ahora conmigo, se pasaba el rato bien con ella.

-Te toca responder ahora a ti eh.

-No puedo contestar a eso y menos aquí, ya te lo dije.

- ¿Pero porque no? -miré a nuestro alrededor- No hay nadie, es injusto.

El Internado Horspeen I.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora