Capítulo 49.

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- ¿Se puede saber a qué se debe este escándalo? -gritaba Dante mirando a todo el mundo. - ¡Dejen de observar y regresen a clases de inmediato!

Todo el mundo iba a sus respectivas aulas, menos el grupo de estos cuatro.

-Vosotros, acompáñenme. -dijo Dante acomodándose algunos mechones.

Mi mirada pasó a ellos hasta detenerse en Ross y Axel, quienes me miraban serios.

¿Por qué tuvieron que pelearse? ¿Por qué Ross le ayudó?

Intentaba buscar una explicación en sus miradas, pero no me trasmitían absolutamente nada.

Un acumulo de pensamientos me iban inundando al no tener una respuesta, pero se desvanecieron al sentir como una mano rodeaba mi muñeca.

-Vamos Eileen. -dijo Alexa alejándome de ellos.

Una vez entramos en la clase, mi mirada se dirigía a todas direcciones sin detenerse en una en concreto.

- ¿Estás bien? -me susurró Alexa.

La miré desorientada y traté de asentir.

-Tranquila, estarán bien.

Esperaba que las palabras de Alexa estuvieran en lo cierto, porque si no, podríamos adentrarnos en un gran problema todos.

Bernard, el profesor de matemáticas, fue el que entró a comenzar dar la lección, sin embargo, mi mente no estaba centrada en la clase.

Estaba demasiado preocupada por ellos y el mismo sentimiento que tuve cuando William desapareció, volvía a adueñarse de mí.

¿Desaparecerán?

El sonido de la puerta abriéndose me hizo sobresaltar y prestar atención.

-Necesito que la señorita Eileen me acompañe, por favor. -exigió uno de los guardaespaldas.

Al mencionarme, todas las miradas se posaron en mí.

Me quedé inmóvil sintiendo como mis muñecas estaban a punto de derretirse debido al acumulo de nervios apoderándose de mí.

-Te están llamando niña, no son voces en tu cabeza. -dijo Betsy mirándose las uñas.

Ante este comentario, la clase reía y todos los nervios desaparecieron. En su lugar se apoderó la furia.

Me levanté con total calma y caminé despacio hasta llegar a su mesa. Coloqué mis manos en su mesa y capté su atención.

- ¿Voces? Ojalá pudiera hacerles caso y realizar lo que de verdad me piden que haga. -dije mirándola a los ojos seriamente.

Los suyos, se abrieron por completo y di un pequeño golpe en su mesa al apartarme de ella.

Cuando pasé a ponerme al lado del guardaespaldas, eché una mirada rápida a Alexa quien estaba sonriendo.

- ¡Profesor, me acaba de amenazar! -gritó Betsy.

-Yo no he oído nada, ¿no serán las voces Betsy? -añadió Alexa.

Betsy se giró para mirarla.

-No se ha escuchado nada, señorita Miller. -respondió Bernard.

- ¿Cómo qué no? ¿¡Quién más lo ha oído!?

Sonreí sutilmente de lado y puse rumbo junto al guardaespaldas, al no oír como la clase le respondió. Creo que esto le hizo enfadarse. 

Bajando las escaleras, él miró a todas direcciones y comenzó a hablar.

El Internado Horspeen I.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora