Se sentó a mi lado carraspeando.
-Érase una vez, un niño que pertenecía a una familia un tanto peculiar. Tenía unos padres, aparentemente normales, pero cuando atardecía, se transformaban. Su madre, le obligaba a arreglarse para llevarlo a pasarelas y eventos donde debía lucir toda su belleza. Él, al principio se lo pasaba bien, pero se percató que mientras él actuaba, sus hermanos robaban a los espectadores. Conforme pasaban los días, el chico le comentó a su madre lo que veía de sus hermanos, y que no le parecía bien seguir actuando si sus hermanos seguían robando. La madre no le respondió y siguió llevando a su hijo, pero se le quitaban las ganas de seguir delante de todos mientras veía como sus hermanos seguían haciendo esta acción. Un día, el niño se negó a ir y ante esta negación, la madre decidió como castigo tintarle el cabello de diversos colores.
- ¿Un cambio de pelo como castigo? -pregunté sin creerlo.
-Sí, ya que si le golpeaba podía perder su encanto, como decía su madre. Como él no quería seguir yendo, le era doble tortura ir y cambiar su apariencia cada dos por tres.
- ¿Y siempre se lo llevaba a esos eventos?
-Todas las noches. Su padre tenía muchos locales distribuidos por la ciudad y cada noche, montaba un espectáculo para ganar más dinero. Ganaba el doble pues sus otros hijos, aprovechaban y robaban.
Mirado desde ese punto, que te obliguen pertenecer a algo que no te guste y así todos los días, debía ser duro.
-El niño creció, comenzó a aparecer en portadas hasta que debutó con un color específico en el cabello.
- ¿Cuál era? -pregunté curiosa.
Hizo una pausa y miró hacía el frente. -El rosa. -añadió.
Abrí los ojos cuando me di cuenta que no estaba contando una historia cualquiera, sino su historia.
-Sus padres siguieron creando eventos mientras se llenaban los bolsillos con mentiras. Aparte de robar a los espectadores, cuando las revistas se interesaron en él, su madre inventó que el cabello del chico era natural. Esto ocasionó que se llevasen más dinero por todas las entrevistas y exclusivas que querían hacer al chico. Un día, el hijo, harto y desesperado por las injusticias de sus padres, decidió decir toda la verdad por un medio de comunicación.
- ¿Y qué le dijeron? -pregunté curiosa.
-Su padre le golpeó al ver como derrumbó toda una vida de costos en segundos. Su madre, por otro lado, regañaba a su padre por tocarle el rostro. -se quedó callado mirando sus manos.
- ¿Y qué más?
-Como la familia iba a entrar en la cárcel por robos, decidieron internarlo para que no le pasase nada. Y aquí, acaba la historia. -respondió algo apresurado mientras se levantaba.
Junté mis manos entrelazando los dedos, mientras le miraba.
-Ese chico, ¿eras tú? -pregunté para asegurarme.
Se detuvo frente una fuente y se giró sonriéndome.
-Axel White. -enunció elevando las manos a sus costados. - Formando entretenimiento para su hermosa vista. -decía mientras hacía una reverencia.
Sonreí un poco, pero se me borró del rostro al ver como su sonrisa desapareció cuando alzó la mirada.
-Esa era la frase que decían antes de que saliese. -habló volteándose para beber de la fuente.
Me levanté para ponerme a su lado.
- ¿Por qué no te marchabas?
-No podía Eileen, llevaba hasta escoltas para subir al escenario, era imposible.
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El Internado Horspeen I.
Mystery / ThrillerUna chica nueva llega al internado Horspeen con la ilusión de conocer a más personas de su edad y estudiar como una chica normal, alejada de los lujos y las asfixiantes restricciones de su madre. Sin embargo, Eileen no espera que el internado al qu...