El Internado Horspeen I.

Capítulo 63.

Nos paramos entre medio de unos árboles esperando a ver el coche de Ragnar. No fue mucho el rato que estuvimos parados porque al cabo de unos instantes, vimos como un vehículo nos iluminaba apagando y encendiendo las luces tres veces. Fuimos hasta ellos y fue David quien se bajó.

-La entrada es esta. -comentaba guiándonos hasta estar detrás del cobertizo.

Sacó un destornillador, de una riñonera que llevaba puesta, y abrió una tapadera enroscada en el suelo. Cuando la apartó, vimos cables negros colgando del propio suelo.

-Cuando bajéis, debéis quitar aquella tapadera y os introduciréis en la plataforma. -dijo dándole el destornillador a Alexa.

- ¿Tengo que ser yo?

Como respuesta, asentí y ella suspiró.

- ¿Y las cuerdas? -preguntó sin ganas.

David regresó al coche y Ragnar se las entregó para que él las atase en la parte delantera de la camioneta Ford Ranger negro.

Me quedé anonada, no me esperaba que trajese un coche así.

-Gasten cuidado. -advirtió Ragnar.

-Por supuesto. -dije saliendo de mis pensamientos -Axel, vete a tu posición.

El pelirrosa hizo caso y entró al cobertizo, con suerte, estaría Bernard aun para ayudarle.

Mientras tanto, nosotros fuimos bajando por los cables hasta llegar al techo del ascensor.

La verdad, me sorprendí por descender tan rápido y sin pensar en el miedo que me causaban las alturas. Era tal la adrenalina que tenía, que impidió fijarme en los factores personales.

Cuando estábamos en la plataforma, miré hacía arriba y David echó las cuerdas. Las sujeté y Alexa desatornillaba la tapadera para seguir con su parte.

-Eileen, mira. -habló Ross sin apartar la mirada de un pequeño hueco que había en la pared.

Me puse a su lado y comencé a escuchar una conversación lejana, sin embargo, me aparté y le dije a Alexa que dejase de hacer eso para poder escuchar mejor.

Ross nos dejó un lado para que los tres pudiésemos ver, aunque preferí no haberlo visto.

Dante golpeó a Dylan y espontáneamente me sobresalté al ver como recibió el puñetazo, mientras era sujetado por Travis y Jacob.

- ¿Por qué siempre tratas de estropearlo todo Dylan? -preguntaba Dante mirándole.

Él se quedó callado sin moverse. Dante volvió a golpearlo y vi como esta vez escupió sangre.

-Te fuiste de casa para pertenecer a esa repugnante familia adinerada y dejar el negocio familiar de lado, ¿te parece bien?

Él siguió sin hablar y de nuevo recibió un golpe. No pude evitar apartar la mirada cuando recibía un nuevo porrazo.

-Dante, relájate, no seas tan rencoroso. -expuso Dennis, quien sujetaba a William.

-Será... -Alexa le tapó la boca a Ross ante de que soltase un improperio.

-Shh, relájate. -susurré.

Daba impotencia ver como nuestros amigos estaban en una situación así, sobre todo el rubio, que parecía a veces muerto. No lo estaba, porque cuando tiraban de la cadena, él trataba apartar sus manos.

-Dennis cállate. -comentó remangándose las mangas- Nosotros decidimos crear un internado para que padre estuviese orgulloso de nosotros, pero ¿en quién se fijó? En Dylan, como era el único que traía buena propina, padre lo quería. Pero claro, el niño se hartó de mantener a nuestros padres y se largó.