El Internado Horspeen I.

Capítulo 43.

-Soy yo, Ragnar. -respondió tras la puerta.

Alexa se apresuró para abrirle y una vez estaba en el interior, cerró la puerta.

- ¿Qué sucede? -pregunté.

-No es nada, podéis estar tranquilos. Solamente pasé a ver que querían, ya que antes marché sin daros explicaciones.

Asentí y él preguntó.

- ¿Qué es lo que querían decirme?

Abrí la boca para empezar a hablar, pero fui interrumpida.

-Empiezo yo, –dijo Ross levantándose- el código que nos han dado para la escotilla es una mentira, servía para abrir una puerta. Por si no fuera nada, por poco la matona de la cafetería nos asesina.

No pude ver la expresión de Ragnar, pero de seguro estaría alucinando por cómo se expresó Ross.

-Lo que él quiere decir -empezó a hablar Axel- es que hemos fallado y no hemos logrado saber cual es el verdadero código.

-Estoy seguro de que lograrán averiguar cuál es. -dijo el guardaespaldas.

- ¿Usted no sabrá cual es verdad? -pregunté elevando una ceja sin confiar en la manera en la que habló.

-Por supuesto que no, si lo supiese os lo hubiese hecho saber desde un principio.

Ladeé sutilmente mi boca y asentí.

-Como sea, nos vamos a dar un tiempo, no queremos que nos descubran. -añadió Alexa mientras se apoyaba en la pared.

-Hacen bien, ahora mismo en jefatura están echando humo respecto al escándalo de ver como un alumno atravesaba una pared.

- ¿Creen haber visto un chico? -preguntó Alexa tensándose y acercándose al señor.

-Creo que sí, es lo que pude escuchar.

Alexa dio un zapatazo contra el suelo mientras fruncia el ceño.

-Es obvio que soy chica, están ciegos.

La miré y elevé una ceja incrédula.

- ¿En serio? -preguntó Ross.

- ¿Tú también opinas que soy un chico? -preguntó seria mientras le encaraba.

-Eh, miremos el lado bueno, no nos han descubierto. -dije mirándolos.

-Exacto, podemos ir un paso por delante de ellos, tenemos posibilidades. -añadió Axel.

-No se confíen, puede que estén mintiendo. -dijo Ragnar.

Todo el escándalo que iban a provocar Alexa y Ross desapareció y ambos se separaron.

- ¿Y entonces qué? -preguntó ella.

-Que gastemos cuidado la próxima vez, -respondí mirándola- que vayamos un paso más allá de ellos no significa que debamos bajar la guardia.

Miró el suelo y se quedó en silencio.

-Usted señorita. -comenzó a decir Ragnar mirándome- ¿Qué iba a decirme?

Parpadeé varias veces al escuchar su pregunta. ¿Qué iba a decirle?

Deambulé por mis pensamientos en busca de la respuesta y recordé la conversación con David.

-Ah. -dije poniéndome rígida mientras pensaba las palabras correctas- Verá, cuando marché a la enfermería, uno de los médicos...

-David. -dijo interrumpiéndome.