Un mapa hacia ti-EN EDICIÓN.

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Eloise Pearson 

Asher Woods, mi mejor amigo, la única persona que nunca me ha abandonado.

El chico de adorables ojos azules que ahora me sostiene en sus firmes brazos ha estado en mis mejores y peores días. Suelo pensar que sin él quizá ya no estaría aquí. Mi mejor amigo no es perfecto, sin embargo, él es todo lo que necesito.

Una de las razones por las que dudé tanto en irme. A pesar de ser dos adolescentes asustados por toda la presión que ejercían nuestros padres sobre nosotros aprendimos a sobrellevarlo. Asher es uno de los mayores pilares en mi vida. En cambio, yo empecé a volverme una carga para él.

Les resumiré un poco de mi vida antes de llegar aquí.

No puedo recordar mi vida sin Asher, fue mi gran apoyo cuando mis padres se separaron a pesar de solo tener ocho años nunca me dejo sola. Recuerdo lo emocionado que estaba cuando le comenté que tocaría en el teatro nacional, sin embargo, también recuerdo su rostro de decepción cuando sus padres le dijeron que no podría asistir a mis practicas porque esa semana debía practicar para su torneo de Judo y como siempre él debía ser el mejor. Le dije que no sé preocupara que nos veríamos el día del concierto y todo estaría bien. Luego de ese día nada estuvo bien.

En un momento estaba en el teatro nacional y en otro estaba en casa encerrada en mi habitación con una gran opresión en el pecho, por alguna extraña razón sabía que algo terrible había pasado y no me atrevía a abrir la boca. Asher no podía estar conmigo sus padres lo habían enviado a donde sus abuelos sin previo aviso.

Recuerdo escuchar a mis padres discutir cada día, me cubría con fuerza los oídos para no oírlos. Sus peleas los llevaron al divorcio. Patrick se fue y me quedé sola con Eleonor. A mi mente llegan los ojos llorosos y culpables de mi padre antes de irse. Recuerdo que iba a correr hacía él, sin embargo, mi madre mejor dicho Eleonor, tomó mi mano con firmeza y con tono autoritario me dijo: Ya no lo necesitamos.

Vi a mi padre darme una última mirada, estaba dudoso, sin embargo, cuando su mirada se encontró con la de mi madre solo vi enojo y decepción. Mi padre se giró lentamente y siguió su camino al auto.

No entendía nada, aún sigo sin entender, Eleonor dijo que ya no lo necesitábamos, pero yo si lo necesitaba. Con mis lagrimas cayendo a cantaros me solté de las manos de mi madre y salí corriendo tras el auto de mi padre que ya se había puesto en marcha, sin embargo, nunca pude alcanzarlo.

Los guardaespaldas de Eleonor me tomaron y por órdenes de ella me encerraron en la habitación. Así sin más, sin explicaciones, sin consuelo, sin abrazos que tanto necesitaba. Dos días no supe del mundo exterior soporte las pesadillas solas hasta que Asher llegó del viaje de sus abuelos. Fue como encontrar la luz en medio de la oscuridad no me abandonó en ningún instante.

Fuimos creciendo y nuestras responsabilidades fueron aumentando, pero de algún modo u otro encontrábamos la forma de divertirnos juntos. Nos volvimos populares tanto en el colegio como en la alta sociedad, no cualquiera lo logra, nosotros lo hicimos. En la alta sociedad siempre hay una pelea constante por volver su apellido de renombre, no basta solo con dinero.

En el colegio nos conocían como el dúo dinámico, pero bien es conocido que cuando llegamos a la adolescencia ampliar nuestro grupo social se vuelve una prioridad. Por mí no había problema en estar solo con Asher, pero noté como mi mejor amigo ansiaba más libertad y yo estaba en una especie cárcel.

Asher es el más sociable de los dos, es un chico agradable, es normal que a las personas les guste estar con él, solían invitarlo a fiestas en su mayoría las rechazó porque yo no podía asistir. Nos escapamos algunas veces y asistí a una que otra junto a él. Sin embargo, Eleonor siempre encontraba el modo de mantenerme ocupada. Le pedí a Asher que no se limitara por mí, le pedí que pasará más tiempo con otras personas dudoso lo hizo. Pude ver un gran cambio en él, comenzó a disfrutar su adolescencia sus visitas se hicieron menos recurrentes y no me molestaba. Me gustaba verlo feliz, me gustaba que mi mejor amigo tuviera momentos que recordar.