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Nos observamos, mirar directamente  a sus  ojos  es intimidante, imponente y algo misterioso son como ver el cielo cuando se está formando una tormenta, pero ver su sonrisa me hace recordar el fin de esa tormenta cuando  los rayos del sol se abren paso entre las grises nubes.

—¿Se supone que debes estar en clase?—me pregunta rompiendo el silencio.

—¿Se supone que tú también?

Interrogo y camino para  recostarme en el escenario del auditorio.

—No haremos eso—se gira para quedar frente a mi

—¿Qué cosa?

—Ese juego de respondernos con preguntas.

—No pretendía hacerlo, pero tengo muchas preguntas sobre ti, Caden.

Solo me observa y me da una sonrisa ladeada.

—Lo mismo digo, Eloise.

Su respuesta me deja algo asombrada, sin embargo no dejo que lo note.

¿Qué preguntas tienes sobre mi?

Caden me sigue observando y el ambiente se comienza a poner tenso por lo que agradezco cuando su teléfono suena.

Contesta el teléfono y me da la espalda entre las cosas que logro oír son: sí, okey, está conmigo, ya vamos, luego te llamo.

Camina hacia el escenario y toma el estuche de su violín comienza a guardar su violín, cuando termina se gira hacia mí y habla:

—Tienes a media escuela buscándote.

Lo miro confundido

 —Debemos ir a la oficina del director.

Suspiro y es cuando recuerdo la forma en que salí de la clase, pero es cuando analizo sus palabras ¿Debemos? ¿Por qué los dos?

—¿Debemos?—le pregunto

—Sí, Eloise, no escuchaste.

—¿Qué tienes que ver tú?, la que huyó de clase fui yo.

Suspira y me mira como si estuviera perdiendo la paciencia.

—Patrick está aquí y digamos que no sabe que me salto mis clases de música, pero gracias a ti hoy lo sabrá.
Eso me deja sorprendida, no esperaba que Patrick y él tuvieran secretos, se ven tan cercanos.

—¿Por qué Patrick está aquí?—pregunto rápidamente 

Cierra los ojos y suspira de nuevo, esta perdiendo la paciencia.

—Protocolo Eloise, las personas que asisten aquí son hijos de personas adineradas siempre corremos el riesgo de ser secuestrados o algo por el estilo, así que si la señorita aquí presente no se apura en unos momentos llamarán a la policía.

Camina en dirección a la puertas del auditorio, se ve algo estresado y molesto.

—Eloise—se gira y me llama—¿Vamos?

Señala las puertas como si me estuviera diciendo "apúrate".

Tomo una larga respiración y me dirijo a la puerta, cuando paso a su lado me detengo.

—Vamos señor gruñón— y sigo caminando.

Cuando llegamos a la dirección, vemos cómo las personas van de aquí para allá.

—De verdad es serio el asunto—digo cuando veo el alboroto.

Caden solo me mira y asiente.

Esta  serio desde que salimos del auditorio.

Un mapa hacia ti-EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora